Tulear y Playa Ifaty en Madagascar

Buenas viajeros,

Comenzamos el último trayecto por carretera destino Tulear y la Playa de Ifaty para disfrutar de unos días de relax maravillosos, antes de regresar a Antananarivo, la capital, en avión.

Este es el mapa del último recorrido que hicimos en carretera para llegar a la costa

Introducción

El recorrido desde el Parque del Isalo a la costa (Tulear o Toliara) es largo. La carretera es bastante recta pero no está en muy buen estado con lo que en coche tardamos 6 horas.

Cabe destacar el cambio brusco de nuevo en el paisaje.

Foto de Barbiegirl Travels Arts

Empezamos a ver pequeños baobabs y en las poblaciones donde parábamos en el camino, las mujeres llevaban la cara pintada, parece ser que para resguardarse del sol tan fuerte.

Mujer con la cara pintada en mercado. La imagen de la izquierda es una pintura local.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

La mayor parte del recorrido también se realiza por la zona costera a lo largo de enormes pistas arenosas. Hay que atravesar la desembocadura de numerosos riachuelos que en algunos casos pueden suponer un serio contratiempo, si el caudal del río está crecido.

No sería la primera vez que un todoterreno queda hundido en uno de estos cauces en tramos de sobra conocidos por los experimentados conductores.

Y así continuaremos hasta cruzarnos nuevamente con la pista de tierra, en las proximidades de Ifaty.

Toliara o Tulear es una ciudad de la costa de Madagascar. Es la capital de la región Atsimo-Andrefana y de la provincia de Toliara. La ortografía actual del nombre se adoptó en la década de 1970, y refleja la ortografía de la lengua malgache. A la llegada a Tulear empezamos a ver las primeras playas y los locales de piel mucho más oscura.

Playa de Ifaty

Un dato interesante a tener en cuenta es que el tramo desde Tulear a Ifaty, que era también bastante problemático, ha sido renovado recientemente y podremos disfrutar, por fin, de una fantástica carretera que conecta los últimos 25 km hasta Tulear.

No vimos gran cosa de Tulear porque nos fuimos directamente a nuestro Hotel La Mira de Madiorano en la Playa de Ifaty, un lugar con un entorno magnífico, junto a un poblado  donde además de descansar y tomar el sol, hicimos excursiones por bosques de baobabs y tomamos contacto con la gente local.

Dos paisajes de la costa; bosques con baobabs y aguas cálidas de un mar esmeralda.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

Tikirri en la playa del hotel le Mira., Madiorano. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Playa del resort Le Mira, Ifaty.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

No hace falta mucha descripción. Simplemente esos colores del mar y los barcos a vela definen las costas de Tulear, frente al Canal de Mozambique. ¿Os imagináis cómo debe de ser Mozambique? Qué ganas de ir.

Barbie en la playa de Madiorano. Playa del resort Le Mira, Ifaty, Foto de Barbiegirl Travels Arts

Del hotel cabe destacar aparte de las instalaciones y el enclave, el jardín tan maravilloso que tienen lleno de baobabs y mariposas, donde hice unas de las mejores fotos del viaje.

Jardín del resort Le mira de Madiorano. Las mariposas en Madagascar son maravillosas y enormes.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

Mariposa del Jardín Le Mira. Espectacular. Playa del resort Le Mira, Ifaty.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

Mirad qué maravilla de baobab en el jardin del hotel. Posiblemente tenga más años que yo. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Los alrededores del hotel Le Mira, Madiorano cuentan con una aldea típica de Madagascar.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

Se nos acercaban todos y todos querían una foto con nosotras, además de verse ellos también en la foto.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

Barbie posando con algunos de ellos en playa de Ifaty.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

posando con locales en playa de Ifaty.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

Reserva de Baobabs de Reniala

Durante un de días de descanso, además de tomar el sol y caminar, hicimos un visita a un parque de baobabs cercano muy recomendable. Es la Reserva de Baobabs de Reniala

Fijáos en la cucaracha gigante de la parte inferior de la foto. Es del tamaño de una mano!!  Foto de Barbiegirl Travels Arts

Vimos baobabs de todo tipo, alguno muy viejos, además de insectos enormes y cosas súper curiosas como estos insectos de la foto copulando. También algún lémur anillado.

Hay una historia que cuenta que en tiempos remotos el baobab lucía una belleza sin precedentes y era tan vanidoso que no aceptaba que ningún ave u otro animal ensuciasen sus ramas. En una ocasión un pobre pájaro cansado se posó en su copa para descansar y acicalar su plumaje. El baobab se enfadó y le ordenó que no dejara la suciedad en sus hojas. El árbol al cerciorarse de que el pájaro no acataría la orden, comenzó a agitar sus ramas hasta que el pobre animalito decidió emprender el vuelo antes de salir herido. El baobab, satisfecho, siguió mirando orgulloso hacia el cielo convencido de ser el ejemplar más bello sobre la faz de la Tierra. Sin embargo, no contaba con que el acontecimiento que acababa de ocurrir no era más que una prueba a la que había sido sometido por los dioses. El árbol era egoísta y, por ello, recibió el iracundo castigo de la corte celestial: su hermoso ramaje fue enterrado y ocultado de la vista de sus cohabitantes y fueron expuestas sus raíces aparentando implorar el perdón de los dioses.
De ahí que los europeos en sus primeras expediciones le bautizaran como el “árbol al revés»…

Barbie posando con el baobab más antiguo (aprox 200 años) del Bosque de Baobab de Madiorano.  Foto de Barbiegirl Travels Arts

El viaje va llegando a su fin. Tan sólo nos queda regresar en avión a la capital, Antananarivo, donde pasamos un par de días. Os lo cuento en el siguiente y último post.

Si queréis leer más acerca del viaje a Madagascar, podéis pinchar aquí y así acceder a todas las entradas del viaje.

Foto de la costa de Tulear tomada desde el avión rumbo a Antananarivo, un trayecto corto, de menos de 1 hora

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