Buenas viajeros,
En este post os cuento qué ver en Hiroshima & isla Miyahima durante dos días en total.
Nos alejamos de Kioto a 300 km/hora en el Shinkansen para hacer nuestra última parte del viaje. Acabaríamos el viaje varios días después en Tokio de nuevo, haciendo una breve parada en Osaka, la capital gastronómica del país nipón. Creo que ya he mencionado que lo más efectivo para ahorrar tiempo es entrar por el norte y salir por el sur, o al revés, para aprovechar el tiempo y no tener que volver al lugar de partida. Así lo intentamos hacer nosotras pero no conseguimos mejor vuelo. Además, no me importó volver a Tokio y pasar allí otro día más, ya que ésta es una ciudad imprescindible a la que siempre quieres regresar.
6 Agosto 1945
El 6 de agosto de 1945 cambió la Historia para siempre. El reloj marcaba las 08.15 en Hiroshima (Japón) cuando su casi medio millón de habitantes tuvo la fatal fortuna de ser la primera población en ser bombardeada con un artefacto atómico. Fue lanzado por el Enola Gay .
Tres días después, el 9 de agosto, se lanzó otra bomba que arrasó la ciudad japonesa de Nagasaki. En total, másde 240.000 víctimas civiles.
Cuando Tokio se rindió, el 15 de agosto de 1945, más de 200 ciudades japonesas habían sido bombardeadas. Los que vivían en los centros urbanos huían en masa al campo, echando por tierra la idea de los planificadores de la guerra total de que todos y cada uno de los japoneses lucharían hasta el final. Sobre todo, la entrada de la Unión Soviética en la guerra el 9 de agosto convirtió la invasión desde dos frentes, el soviético y el estadounidense en una perspectiva aterradora para los líderes japoneses.
Así pues, nació el nuevo Japón, con una Constitución pacifista en la que renunciaba a la guerra. Sobre todo llama la atención que el emperador Hirohito, en cuyo nombre se libró la guerra, se convirtiese en símbolo de la paz. Las autoridades estadounidenses de ocupación temían, tal vez injustificadamente, que sin él se produjesen disturbios, y más tarde necesitaban a Japón como aliado estable en la época de la Guerra Fría.
El Japón más conservador y oficialista, todavía dominado por la extrema derecha, continúa dando por sentado que, mientras se siga hablando de paz, podrá evitar hacer un examen de otros aspectos más sórdidos de su historia agresiva e imperialista, dicho sea sin perjuicio de algunas admirables iniciativas civiles, periodísticas, artísticas y académicas emprendidas a lo largo del tiempo para dar pie a un debate público sincero.
Qué ver en Hiroshima
La visita turística a la ciudad de Hiroshima hoy en día gira en torno a la bomba y sus restos. La Cúpula de la bomba atómica de Hiroshima o Genbaku Domu es el monumento memorial más conocido de la ciudad bombardeada. A la planicie de escombros sobrevivieron tres edificios: el banco central, el Pabellón de Exposiciones Comerciales de la Prefectura de Hiroshima y una fábrica de kimonos… Ah, y un pobre árbol.
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1996. Antes de ser arrasado, el edificio servía a la Promoción Industrial de la Prefectura de Hiroshima. Hoy es un monumento conmemorativo por la Paz Mundial.
Decenas de miles de personas sucumbieron más tarde a la radiación, a las quemaduras o a la pena de no haber muerto. Pero Hiroshima seguía siendo Japón y en Japón el futuro se construye entre todos, aun mezclando el llanto y las cenizas.
Al menos eso pensaba yo viendo al grupo de escolares que visitaba el monolito donde se supone que explotó la historia, a 200 metros de altura. Vimos procesiones enteras de niños con uniforme que salían del aula al encuentro con el pasado reciente, el de sus bisabuelos, vivos o muertos.
Junto a la cúpula sin cúpula del Pabellón de Exposiciones Comerciales, el más célebre esqueleto de la barbarie, un coro de niños cantaba a la paz. La escena me estremeció. Los colegiales miraban de frente y sin temor alguno al caserón desvencijado, pero en realidad, más que al pasado, encaraban el futuro.
Museo Memorial de la Paz
Otro lugar a visitar es el Museo Memorial de la Paz. Este es un museo que retrata la fealdad extrema. Jirones de ropa requemados, cristales retorcidos, fotos macabras del desastre, maquetas de una ciudad descuartizada…Pero los japoneses explican que aquel museo no existe para condenar la guerra sino para recordar la importancia de la paz.
Acabé rendida a una certeza: Hiroshima es paz.
Hubo otro lugar que visité; el castillo de Hiroshima, castillo de Hiroshima o Hiroshima-jō (広島城), comúnmente llamado “La Carpa” (鯉城) fue construido en 1589 por Mori Terumoto. Desgraciadamente la estructura original fue destruida por la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Lo que vemos hoy en día es una reconstrucción de la torre (llamada tenshu), hecha casi totalmente de cemento, de 1958, situada en el Honmaru o recinto principal y que sirve de museo histórico de la ciudad y de la vida en el castillo con exposiciones sobre la antigua Hiroshima, las defensas de un castillo, la armería, etc. En el piso de arriba encontramos un mirador desde el que podremos disfrutar de buenas vistas de la ciudad. Si queréis saber más, entrad a leer este estupendo artículo de Japonismo
Qué ver en Miyahima
El santuario de Itsukushima o Itsukushima Jinja (厳島神社) es uno de los grandes atractivos turísticos que puedes ver en Hiroshima & concretamente, en la isla de Miyajima. La isla se llama oficialmente Itsukushima, pero se la conoce popularmente como Miyajima, es decir, literalmente, ‘isla del santuario’, dada la importancia del santuario en el entorno de la isla.La particularidad del santuario sintoísta de Itsukushima, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, es que está construido sobre el agua en la costa de la isla de Miyajima, en el Mar Interior de Seto y es especialmente conocido por su gran torii flotante que sin duda, habréis visto en mil y una ocasiones en imágenes.Se cree que el santuario de Itsukushima fue fundado en 593, aunque no hay confirmación de su existencia hasta 811, con lo que la historia sobre su creación no es del todo clara. Lo que sí se sabe es que un incendio destruyó los edificios principales del santuario en 1207, que fueron reconstruidos varios años después para volver a sufrir otro incendio en 1223. Veinte años más tarde fueron reconstruidos de nuevo y así llegaron hasta nuestros días.Dado que tanto el santuario como el gran torii de entrada están construidos sobre el agua, cuando hay marea alta parecen flotar sobre las tranquilas aguas que rodean la isla, creando un ambiente espectacular. Con marea baja, sin embargo, podemos caminar por la arena hasta los pies del torii y maravillarnos ante su grandeza, porque uno no se hace a la idea de lo grande que es hasta que no está a sus pies. En esta página podemos encontrar información detallada sobre las mareas en Itsukushima para poder planificar nuestra visita al minuto, si así lo deseamos (aunque por norma general, marea baja por la mañana y marea alta por la tarde).
Nosotros aprovechamos la hora de la puesta del sol y del amanecer, cuando los turistas seguían roncando y los monjes comenzaban sus oraciones, para grabar Mijayima.
Tuvimos mucha suerte con el clima. Fue sorprendente ver a varios ciervos por allí, como en la ciudad de Nara. Con un total de 16,6 metros de alto y 60 toneladas de peso, cada uno de sus dos pilares principales mide 13,4 metros de alto y tienen una circunferencia de 9,9 metros, mientras que la parte superior del torii tiene una longitud de 24,2 metros. El torii está hecho de madera de alcanforero de 500 o 600 años de antigüedad, muy resistente a la descomposición y a los insectos, además de madera de cedro y de ciprés.
Como frontera entre el mundo de los espíritus y el mundo humano, el color vermellón del gran torii no es casualidad, sino que se cree que este color mantiene alejados a los malos espíritus.
De hecho, en la parte superior del torii, al este y al oeste, podemos ver pintados un sol y una luna, porque la dirección noreste es considerada por el Feng Shui como la puerta de entrada del demonio, por lo que el sol bloquea esa entrada.
La placa del gran torii fue pintada por el príncipe imperial Taruhito, gran calígrafo e importante comandante durante las guerras boshin y la rebelión de Satsuma (o guerra del suroeste), en el siglo XIX.
Recordad que el santuario está abierto de 6:30 a 18:00 horas y la entrada cuesta 300 yenes (500 yenes si compramos la entrada combinada con el salón del tesoro), mientras que el santuario y el torii están iluminados todas las noches hasta las 23:00 horas
Merece la pena dar una vuelta por la isla ya que hay lugares y templos encantadores, como la Pagoda de cinco pisos Goju-no-to.
Bueno, desde Miyahima, lugar maravilloso, me despido finalizando el viaje a Japón en mi blog. Espero que lo hayáis disfrutado leyendo tanto como yo escribiéndolo.
Ha sido uno de los grandes lugares a los que he viajado y espero volver en el futuro, ya que hay muchos lugares a los que me gustaría volver de nuevo y también conocer algunos nuevos, como la isla de Okinawa.
Desde aquí, podéis acceder a todas las entradas de mi Viaje a Japón.
Ampliando horizontes, me despido hasta el próximo relato, esperando que os haya resultado interesante esta información de Qué ver en Hiroshima & isla de Miyahima.
!Hasta pronto!
« Visitar Kioto, Fushimi Inari y Nara | Guía de viaje a Japón »
4 comentarios
Lo cuentas tan bien que tus rasgos occidentales ponen al descubierto que no eres de ahí mismo.
Magistralmente expuesto sobre todo la primera parte (H&N).
Javier
Muchísimas gracias por tu comentario 🙂
Un abrazo
Gracias Barbie. Hiroshima es Paz. Un ejemplo de un pueblo reconciliado con el pasado. Un beso. Muy interesante
Gracias maria. Me alegro de que te guste