Persépolis, la joya de Persia

Buenas viajeros,

En mi segunda entrada de Irán, os voy a hablar  de las ruinas de Persépolis, la joya de Persia y uno de los yacimientos arqueológicos más  increíbles que he visto y que, por cierto, se encuentran en un excelente estado de conservación.

Un poco de historia

Persépolis, (antiguamente llamada Parsa), fue la capital del Imperio Persa durante la época Aqueménida (aprox 500 a.c.-300 a.c.) Se encuentra a unos 70 km de la ciudad iraní de Shiraz (provincia de Fars), cerca del lugar en que el río Pulwar desemboca en el Kur (Kyrus).

Entrada a Persépolis, flanqueada por los famosos lammasus en piedra (magníficos toros alados que dan la bienvenida en la famosa Puerta de las Naciones). Foto de Barbiegirl Travels Arts

El Imperio aqueménida es el nombre dado al primer y más extenso de los imperios de los persas, el cual se extendió por los territorios de los actuales estados de Irán, Irak, Turkmenistán, Afganistán, Uzbekistán, Turquía, Rusia, Chipre, Siria,
Líbano, Israel, Palestina, Grecia y Egipto.

Su expansión territorial comenzó, durante el reinado de Ciro II (559-530 a. C.), con la anexión del reino medo (región poblada por los medos entre el mar Caspio y los ríos de Mesopotamia) y alcanzó su máximo apogeo en el año 500 a. C., cuando llegó a abarcar parte de los territorios de los actuales estados de Libia, Bulgaria y Pakistán, así como ciertas áreas del Cáucaso, Sudán y Asia Central. Las grandes conquistas hicieron de él el imperio más grande en extensión hasta entonces.

Su existencia concluyó en 330 a. C. cuando el último de los reyes aqueménidas, Darío III, fue vencido por el conquistador macedonio Alejandro Magno.​ Su desaparición llegó de la mano de Alejandro el Magno, que ordenó el incendió y destrucción , acabando con dos siglos de esplendor persa y dando por finalizado el poder de la dinastía Aqueménida.

Entrada a Persépolis, flanqueada por los famosos lammasus en piedra (magníficos toros alados que dan la bienvenida en la famosa Puerta de las Naciones). Foto de Barbiegirl Travels Arts

La edificación de Persépolis

La edificación de esta joya de Persia comenzó en 521 a. C. por orden de Darío I como parte de un vasto programa de construcciones monumentales enfocadas a enfatizar la unidad y diversidad del Imperio persa aqueménida, la legitimidad del poder real y mostrar la grandeza de su reino.

Las obras de Persépolis atrajeron trabajadores y artesanos venidos de todas las satrapías del imperio y por ello su arquitectura resultó de una combinación original de formas de estas provincias que crearon un estilo arquitectónico persa. Esta combinación de saberes marcó igualmente el resto de las artes persas, como la escultura y la orfebrería. La construcción de Persépolis continuó durante dos siglos, hasta la conquista del imperio y la destrucción parcial de la ciudad por Alejandro Magno en 331 a. C.

Persépolis, la joya de Persia

Barbiegirl en Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

La ciudad cobraba sentido durante la primavera, estación en la que se celebraba el Nouruz (día del año nuevo para los persas) elegido por Darío para la visita y pleitesía de los representantes de las veintiocho naciones que componían su imperio, de ahí que Persépolis tuviera una funcionalidad ceremonial a diferencia de las otras capitales del imperio.

Persépolis, la joya de Persia

Mapa del imperio persa en el 490 AC, durante al etapa Aqueménida

La ciudad continuó su crecimiento durante los reinados del hijo y nieto de Darío I, los conocidos Jerjes I (odiado personaje en la película “300”) y Artajerejes I. En su construcción nunca se utilizaron esclavos si no obreros libres venidos desde todas las naciones del imperio, entre otros, babilonios, jónicos o egipcios, de ahí la influencia de los diferentes estilos arquitectónicos de edificios y esculturas de Persépolis.

Persépolis, la joya de Persia

Yacimiento arqueológico Persépolis

En el año 1979, las ruinas de la ciudad de Persépolis son declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El yacimiento en sí es para disfrutarlo un día entero yvisitar la totalidad de palacios, tumbas, etc. Aquí os voy a hablar de lo más representativo. Si queréis más información del yacimiento, pinchad aquí

Vista del yacimiento de persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Puerta de las Naciones

Persépolis & Nasqsh-e Rostam, las joyas del imperio persa

Toros alados de la Puerta de las Naciones, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Dos enormes toros alados aún sostienen los pilares laterales de la puerta este de la Puerta de Todas las Tierras.

Esta asombrosa puerta dataría del s. V a.C.  A sus laterales podemos ver dos toros colosales y a un lateral podremos ver alguno de los capitales que se conservan con dos grifos

Sus cabezas y cuartos delanteros sobresalen de los pilares en una escultura de alto relieve, mientras que sus cuerpos están en bajo relieve en el interior de los pilares. Estos toros alados son características icónicas del arte asirio (varios están ahora en el Museo Británico). Sin embargo, en Persépolis, en Irán, se muestran con cuatro patas en lugar de las cinco que se entregan a sus homólogos asirios. Una inscripción proclama esto como la «Puerta de todas las naciones», el corazón de un imperio.

Toros alados de la Puerta de las Naciones, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Persépolis, la joya de Persia

Puerta de las Naciones, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Palacio Apadama 

Sólo por contemplar la Gran Escalera que lleva a la sala del trono de Darío I, en la que trabajaron más de mil artesanos, ya merece la pena un viaje a Irán. El enorme salón central de la Apadana podía acomodar a 10.000 invitados. Su vasto techo descansaba sobre pesadas vigas de cedro soportadas por columnas de diferentes estilos de más de 19 m de altura.  Los motivos de hojas de palma de estilo egipcio coronan los ejes, que tienen cuatro juegos de volutas jónicas verticales. En la parte superior, esculturas pareadas de leones, toros y grifos reclinados proporcionan las monturas sobre las cuales descansaban las vigas del techo.

Persépolis, la joya de Persia

Salón de Apadana, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Hoy en día, lo más glorioso que se puede ver en Persépolis son las dos escaleras de doble inversión de la Apadana. Muestran representaciones esculpidas casi idénticas de dignatarios, guardias, portadores de personal y ujieres del imperio Aqueménida. El cuadro central presenta la escultura del Rey de tamaño más grande que la vida, entronizada bajo un toldo con asistentes a cada lado. Detrás de él se encuentra el Príncipe Heredero, ante él se arrodilla un oficial. Tres registros de nobles persas, oficiales ecuestres y guardias de lanza aparecen en la fachada detrás. Los nobles visten trajes militares y cortesanos, simbolizando la doble función de la élite persa.

Sala apadama, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Persépolis, la joya de Persia

Procesiones de la guardia real persa en el Salón de Apadana, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Procesiones de la guardia real persa en el Salón de Apadana, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Aquí estoy, posando en  la sala apadama, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Persépolis, la joya de Persia

Procesiones de la guardia real persa en el Salón de Apadana, Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Los relieves de la escalera de Apadana son una metáfora compleja de la armonía imperial. Tallados en relieve en el ala ante el rey están los delegados de todas las tierras de sujeto del imperio, incluidos Egipto, Armenia, Capadocia y los árabes de Jordania y Palestina. Cada uno lleva un espléndido regalo, y el líder de cada delegación es agarrado de la mano por un ujier persa, anticipando la señal para pasar a la presencia real. Los ujieres llevan trajes medianos o persas, lo que significa la unificación de la antigua Medea y Persia, sin embargo, son los regalos que cada delegado

Hubiera estado todo el día admirando cada detalle de los relieves que cuentan, con una profundidad de detalles exquisita, las “procesiones” que se realizaban cada primavera cuando las comitivas de las naciones que formaban parte del imperio venían a dar ofrendas al rey. Etíopes, anatolios, egipcios y un largo número de personajes retratados e inmortalizados en una de las escaleras más bellas del mundo.

Persépolis, la joya de Persia

Escultura de León mordiendo al toro, persépolis

Uno de los motivos más comunes de la escultura en Persépolis es el León mordiendo los cuartos traseros de un toro. Este es un motivo muy común en Persépolis, una escena que se repite muchas veces, y si pudiéramos interpretarlo, podría proporcionar una pista de lo que era Persépolis. A menudo se sugiere que el León que muerde al Toro tiene un significado astrológico y que el León podría representar el Año Nuevo sin el Año Viejo. El Palacio de Persépolis celebró su principal festival en el equinoccio de primavera, marcando el comienzo del Año Nuevo, celebrando los triunfos de los persas, en el lugar que fue el origen de su gran imperio…

Esculturas «Homa»

Dos capitales águila grifo ha dado la inspiración para el logotipo de la aerolínea nacional de Irán. El ave Homa es un ave mítica de leyendas y fábulas iraníes y continúa como un motivo común en la poesía Sufi y Diwan. Aunque hay muchas leyendas de la criatura, es común que se diga que el ave nunca se posa en el suelo, sino que vive toda su vida volando de forma invisible sobre la tierra.

Persépolis, la joya de Persia

Escultura de un pájaro Griffin o Homa en Persépolis. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Hasta aquí mi relato de la maravillosa Persépolis, la mayor joya de Persia A continuación deberíais la entrada de otro yacimiento funerario o necrópolis que visité justo después de Persépolis: Naqsh-e Rostam, la Petra de Irán.

Si queréis ller más acerca de mi viaje por Irán, pinchad aquí.

Hasta pronto

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