Estupa budista Swayanbunath en Katmandú

Buenas viajeros,

Hoy voy a hablar en detalle de la  estupa budista de Swayanbunath en Katmandú. Se trata de una de las estupas budistas más importantes y espectaculares de la capital nepalí, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú

Estupa Swayanbunath, Katmandú. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Religiosidad en Nepal

Katmandú estuvo cerrada a los extranjeros desde principios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. El encanto de lo desconocido y prohibido fascinó a Occidente, que la imaginaba como una mítica Shangri-La. Desde los sesenta, su aura de espiritualidad en un entorno natural impoluto y casi sagrado y su aire legendario, atrajeron como un imán a viajeros de medio mundo. De ese modo, Katmandú se convirtió en una especie de meca para los viajeros en busca de la experiencia trascendental.

La religiosidad es uno de los elementos principales de la cultura nepalí. Aunque el 90% de sus habitantes se declaran hinduistas, el budismo tiene una presencia activa y determinante; la comunidad musulmana es numerosa, y se conservan muchos otros cultos de carácter animista. Todos conviven con naturalidad, a veces compartiendo el mismo espacio.

Swayanbhunath o el templo de los monos

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú, conocido como «templo de los monos» es sin duda uno de los mejores miradores sobre Katmandú. De hecho, esta pagoda budista se eleva en lo alto de una colina que nos ofrece una gran panorámica sobre la ciudad, pudiendo comprobar cómo las casas a medio construir y el desorden se extiende por todos lados de este valle sin ningún sentido.

Colina de Swayanbunath relpeta de mantras en sus banderas, Katmandú. Foto de Barbiegirl Travels Arts

El nombre tibetano Swayanbhunath  significa «Sublimes árboles» por las muchas variedades de árboles que se encuentran en la colina. Swayanbhunath es uno de los lugares más sagrados entre los lugares de peregrinación budista en Nepal.

Vista de Katmandú desde lo alto de Swayanbunath. Foto de Internet

Cómo llegar

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú se encuentra a sólo dos kilómetros al oeste del centro histórico de Katmandú. Llegamos hasta el lugar tras sumergirnos en el caos de tráfico de la Ring Road, la M-30 de aquí, en plena hora punta.

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú

Sobre una colina a las afueras de Katmandú se levanta este templo, conocido como el Monkey Temple por la gran cantidad de monos que campan a sus anchas por los alrededores. Para llegar hasta la estupa hay que subir 365 escalones de piedra, a cuál más vertical, acechado de cerca por una legión de macacos. La visión de los 365 escalones es rotunda. Si no tenéis ganas de subir los escalones, vuestro conductor os llevará hasta arriba de la colina, sin tener que pasar por el calvario de la subida de esta escalinata. Arriba, te observan los gigantescos ojos de Buda.

A la entrada del recinto encuentras mendigos como esta mujer que por unas rupias te pinta la «Tika» en la frente, símbolo del despertar, intuición y tercer ojo. Es un adorno tradicional de las mujeres de la India que consiste en ponerse un punto rojo en medio de las dos cejas. La finalidad de la “tika” o “bindi” era dar a conocer a una mujer casada. Es una especie de voto matrimonial. Foto de Barbiegirl Travels Arts

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú

Monos en la subida a Swayanbunath, Katmandú. Foto de Barbiegirl Travels Arts

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú

Subida de escalones, 365 en concreto, a Swayanbu. Al llegar a lo alto encuentras la taquilla donde te cobran aprox 250 NPR. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Como sucede en los alrededores de los grandes templos de peregrinación católica, los ambulantes también esperan aquí hacer su agosto a costa de los fieles. De manera que casi siempre tienes a uno o dos mozalbetes siguiendo tus pasos mientras agita la mercancía que ya has visto hasta la saciedad.

Las vistas de la ciudad consiguen abstraer al turista de esa atmósfera de suciedad  un tanto opresiva pese a encontrarnos a cielo abierto. Las escalinatas para subir al templo, construido en el siglo XVII por el rey Pratap Malla, son de un desnivel considerable. Los tibetanos en el exilio suben fatigosamente sudando su fervor, perseguidos por el sol y agarrados a la barandilla central para mitigar el esfuerzo.  Los monos chillones escrutan a los visitantes en busca de algo de comida mientras los incansables ambulantes ofrecen su artesanía local. Si llevas algo a la vista estás perdido, porque no te van a dejar en paz. Se dice que Buda predicó entre estos bosques, cómo no rodeado de monos.

De hecho, la escalinata está salpicada de imágenes suyas y de los dos hijos de Shiva (la deidad hinduista más venerada en Nepal): Ganesh (que remata su cuerpo humano con una cabeza de elefante) y Kumar (a quien los fieles encomiendan la prosperidad de sus negocios). Abajo, los perros vagabundos merodean entre las estupas menores con desgana, como si quisieran mantenerse al margen del territorio de los macacos.

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú

La escalinata a Swayanbunath está salpicada por estatuas de buda y de los dos hijos de Shiva (la deidad más venerada por los hinduistas); Ganesh y Kumar. Foto de Barbiegirl Travels Arts

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú

Imagen al alcanzar la cima de las escalinatas de Swayanbunath, Katmandú. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Simbología budista

Una estupa (en sánscrito: m. स्तूप, stūpa, tibetano) es un tipo de arquitectura budista y yaina hecha para contener reliquias, que deriva probablemente de los antiguos túmulos funerarios. Se encuentra extendida por todo el sudeste asiático. En algunos países asiáticos surorientales se conoce como chedi y en otros países (como Sri Lanka) dagoba.

Swayambhunath es, junto con Bodhnath, el principal lugar de peregrinación budista de Nepal, pero mientras en el primero las influencias hinduistas son evidentes, en el segundo todavía se respira la fe tibetana que cautivó hace un siglo a esa gran viajera que fue Alexandra David-Neel.

Swayanbunath es un imán espiritual del budismo rodeado de pequeños templos y capillas, a cuál más sucia. Los excrementos de las palomas y las ofrendas de los fieles han hecho estragos en la piedra. Observándolo todo con mirada inquisidora, por encima de los trece escalones que representan los niveles de conocimiento que conducen al Nirvana, los ojos de Buda pintados en cada una de las caras del monumento, uno de los símbolos inmemoriales de Nepal. Debajo de ellos, un trazo que se asemeja a un signo de interrogación y que hace las veces de nariz no es otra cosa que la representación nepalí del número uno, símbolo de la unidad divina.

Una vez arriba, en Swayanbunath, te encuentras con múltiples estupas hinduistas y budistas. Se ven los cilindros rotatorios en el centro de la foto, que la mujer con la camisa amarilla está haciendo rodar. Swayambhunath está formado para una serie de edificaciones religiosas: una gran estupa junto con un conjunto de santuarios y templos. Su construcción se remonta al período de Licchavi. Además hay un monasterio tibetano, un museo y una biblioteca. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Los cilindros rotatorios tibetanos (en una gompa contigua a la estupa, hay uno de más de cinco metros de alto) conviven con pequeños templos hindúes. Las plegarias budistas e hinduistas se confunden en esta colina abigarrada de dioses, estatuas, capillas y templos estucados con granos de arroz, embadurnados con manteca o pasta roja que evoca la sangre de los sacrificios. En una de esas pagodas las familias elevan las plegarias por sus hijos enfermos a la imagen de la diosa Ajima (Hariti para los hinduistas).

En lo alto de Swayanbunath. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Los ojos de Buda pintados en cada una de las caras del monumento, en Swayanbunath. Debajo de ellos, un trazo que se asemeja a un signo de interrogación y que hace las veces de nariz no es otra cosa que la representación nepalí del número uno, símbolo de la unidad divina. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Los ojos de Buda pintados en cada una de las caras del monumento, en Swayanbunath. Debajo de ellos, un trazo que se asemeja a un signo de interrogación y que hace las veces de nariz no es otra cosa que la representación nepalí del número uno, símbolo de la unidad divina. Foto de Barbiegirl Travels Arts

La estupa budista Swayanbunath en Katmandú es un lugar muy especial, de los más bonitos de la ciudad, con permiso de la preciosa Bodanath, la increíble stupa budista tibetana de la que os hablo aquí.

Con siete lugares declarados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO (Plazas Durbar de Katmandú, Patan y Bhaktapur; templos hinduistas de Changu Narayan y Pashupatinath; estupas budistas de Bodnath y Swayanbunath), el Valle de Katmandú ofrece razones suficientes para justificar la visita a este pequeño país. Os iré contando acerca de estos lugares poco a poco.

Si queréis leer más acerca de Nepal y los lugares visitados, podéis pinchar aquí.

!Hasta pronto!

 

 

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