Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Buenas viajeros,

Las islas Svalbard, ubicadas en el paralelo 77 N y que se extienden hasta los 81 N, pertenecen al reino Noruega y se encuentran, nada más y nada menos, que a las puertas del Artico. Un poco más al norte, adonde llegamos en barco, está la banquisa polar, capa de hielo flotante que se forma en las regiones de los océanos polares.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

El mapa muestra la isla de Svalbard y en color blanco la banquisa polar, que cubre el mismo polo norte.

Pues hasta allá arriba me fui a disfrutar durante un par de semanas en junio-julio 2024. Siete de estos días disfrutando de una expedición en barco con 24 horas de luz solar y experimentando unas vacaciones diferentes, buscando el oso polar, días intensos y muy bellos, rodeados de un paisaje estremecedor y buenos amigos.

Introducción

Las islas Svalbard, sitas en el paralelo 77 N, a las puertas del Artico, se conocen también con el nombre de Spitzbergen, que quiere decir algo así como «Montaña Picuda», tal vez por ser esta la isla más grande, a la vez que poblada, del archipiélago noruego que se encuentra junto al Polo Norte.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Situada a 800 km al norte de la parte continental de Noruega, en medio del Océano Ártico, Svalbard está llena de superlativos: es el asentamiento más septentrional del mundo durante todo el año. También es el hogar de la universidad, la iglesia y la fábrica de cerveza más septentrionales del mundo y es uno de los pocos lugares del mundo donde cualquiera puede vivir (sin restricciones migratorias).

Más osos que humanos

En líneas generales, en Svalbard solamente viven 3.000 personas, con la peculiaridad de que la gran mayoría son rusos y que cuenta con más de 40 nacionalidades. El mayor índice de población está en Longyearbyen, un sitio en donde se pueden encontrar especies emblemáticas del Ártico como la beluga, el oso polar y la morsa. Svalbard también es muy conocida por la población de oso polares (se cree que hay unos 3.000) pero también habitan diferentes especies como las morsas, las focas, los narvales, el zorro ártico o los renos y las ballenas beluga. Los aproximadamente 3.000 osos polares del archipiélago superan en número a los humanos y es por esto que los habitantes de Longyearbyen necesitan portar un arma siempre que salgan de la carretera principal de Longyearbyen por el riesgo de encontrarse con osos polares.

Sin legislación migratoria

De hecho, de los casi 2.500 residentes que viven en Longyearbyen, la capital de Svalbard, casi un tercio son inmigrantes, originarios de más de 50 países diferentes. Esto se debe a que los ciudadanos de cualquier país pueden establecerse en Svalbard sin visa, siempre que tengan un trabajo y un lugar donde vivir.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Señales comunes en Longyearbyen donde avisan del peligro de osos. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Gracias al Tratado de Svalbard, en 1920, los extranjeros no necesitan visa ni ningún tipo de permiso para vivir y trabajar en esa zona, un archipiélago noruego en el Océano Ártico. Además, gracias al «Tratado de Svalbard», se puso fin a la situación existente, en la cual el conjunto de islas eran «zona de nadie y zona de todos».

¿Quién lo descubrió?

Se cree que los vikingos fueron los primeros en explorar las islas alrededor del año 1200, aunque los exploradores holandeses fueron los primeros en realizar una visita documentada mientras intentaban encontrar el Paso del Noreste a China en 1596. Fue precisamente en las inmediaciones de esta costa donde, en junio de 1596, Barents descubrió el archipiélago, mientras buscaba infructuosamente el Pasaje del Noreste. Al ver las montañas puntiagudas (spitse bergen, en holandés), bautizó la isla como Spitsbergen.

Si os interesa la historia de los grandes expedicionarios, os recomiendo que entréis al North Pole Expedition Museum en Longyearbyen, donde aprenderás mucho de los grandes descubridores aventureros como Peary, Umberto Nobile, Roald Amundsen, etc.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Entrada al North Pole Expedition Museum en Longyearbyen. Foto de Barbeigirl Travels Arts

Los siglos siguientes trajeron morsas y cazadores de ballenas de Inglaterra, Dinamarca, Francia, Noruega, Suecia y Rusia. En 1906, el empresario estadounidense John Munro Longyear estableció la primera mina de carbón del archipiélago, que siguió siendo la industria principal de Svalbard durante la mayor parte del siglo XX. En estos días, los principales negocios de los que vive Svalbard son el turismo, la minería y la investigación ambiental y ecológica. 

Longyearbyen, su capital

Longyearbyen, Svalbard, situado en el paralelo 77 N, a las puertas del Artico, es donde la mayoría de las personas se establecen cuando se mudan a la isla. Sólo hay 40 kilómetros de carreteras en las islas y no existen entre los diferentes asentamientos, a los que sólo se puede acceder en barco en verano o en motonieve en invierno, o en trineo de huskies (actividad que realizamos y me encantó). 

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Estampa típica de Longyearbyen, con casas de colores dedicadas a la minería. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Oficina de turismo de Svalbard.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Comprando cositas de última hora para el barco en Longyearbyen.

Longyearbyen es pequeño pero tiene un poco de todo: varios hoteles de diferente gama, el que denominan el «supermercado más caro del mundo» (aunque a mí no me lo pareció tanto), varias tiendas de souvenirs, de ropa y habituallamiento para los que nos embarcamos una semana en un barco de expedición por el ártico y necesitamos comprar cosas de última hora, etc.

No faltan los cafés, incluso hay un café con un par de huskies que te dejan que les toques hasta que se hartan – ¿verdad,

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Huskies Café en Longyearbyen. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Radi?-, también hay una universidad, varios colegios y varios restaurantes donde degustar, morsa, ballena y pescados de la zona (obviamente el salmón también), una oficina de turismo, etc.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Barracones del centro comercial de Longyearbyen. En la montaña hay unas alambradas metálicas para frenar los aludes.

La ciudad tiene un pasado y presente aún minero y verás que hay muchas referencias al sector como la estatua al minero, en medio de la ciudad, o las casas barracones convertidos en hoteles, lodges, restaurantes, anteriormente casas donde se alojaban los mineros.

Una vez te sales un poco del centro de Longyearbyen, a unos pocos metros únicamente, te llamará mucho la atención que encontrarás naturaleza en estado puro, y unos cuantos animalitos,  como renos pastando, muchos pájaros, algún zorrito ártico, patos, las perreras llenas de perros ávidos de salir a correr y unas cuantas señales de «Cuidado con los osos». Es difícil ver osos en la ciudad pero no imposible.

Paisaje del fiordo de Longyearbyen y sus aves. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Cómo viajar a Svalbard

Svalbard, en el paralelo 77 N, a las puertas del Artico, se encuentra fuera de la Zona Schengen y, por eso, todos los viajeros sin pasaporte noruego deben llevar su pasaporte cuando viajan al archipiélago. Svalbard es un territorio internacional por lo que los visitantes extranjeros deben llevar su pasaporte consigo durante todo el viaje.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Aeropuerto de Svalbard. Cómo no, te recibe un oso, a la llegada en la zona de equipaje. Foto de Barbiegirl Travels Arts

La forma más rápida y cómoda para viajar a Svalbard es en avión, desde los aeropuertos de Oslo y de Tromso. Hay dos compañías que se encargan de este recorrido: Scandinavian Airlines (SAS) y Norwegian. Los vuelos desde Tromso están gestionados únicamente por la aerolínea SAS.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Recién aterrizados en el aeropuerto de Longyearbyen

Los precios varían mucho, oscilando entre los 200 y 500 euros pero pudiendo subir hasta los 800. Los vuelos desde Oslo, al estar gestionados, en parte, por Norwegian tienen, quizá, más posibilidades de ser más económicos. Las islas Svalbard se encuentran a medio camino entre Laponia y el Polo Norte, y se tarda 1,5 horas desde Tromso y unas 3 horas desde Oslo.

La llegada en avión a Svalvard, si tienes un día soleado, es realmente alucinante con lo que te recomiendo que pagues la tarifa de selección de asiento en ventana y disfrutes de las vistas.

Llegando a Svalbard en Avión. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Llegando a Svalbard en avión. Foto de Barbiegirl Travels Arts

El aeropuerto de Svalbard (Lufhavn Longyear) se encuentra a 10 minutos en coche, bus del centro de Longyearbyen. El autobús desde el aeropuerto de Longyearbyen hasta la ciudad cuesta unos 8 euros aproximadamente.

Clima de Svalbard

Cara de sueño a las 01.00 h pero sin dormir. Fijaos lo alto que está el sol.

El clima de las Svalbard es polar, «templado» por la cálida corriente del Atlántico Norte a lo largo de las costas oeste y norte. Esto significa veranos frescos e inviernos fríos, con más rigurosidad en las montañas.

– En verano existe el sol de medianoche, los días de luz constante durante más de dos meses.
– En invierno está la noche ártica, días de oscuridad constante durante más de dos meses y de aurora boreal.

Svalbard, paralelo 77 N, a las puertas del Artico

Algodón del ártico, en Longyearbyen. Foto de Barbiegirl Travels Arts

A partir del 11 de noviembre el sol ya está 6 grados por debajo del horizonte y el cielo se vuelve tan oscuro que los días parecen noches. Ese día comienza la Noche Polar Civil que dura hasta el 30 de enero y que afecta a todos los lugares del planeta por encima de los 72 grados de latitud. La Tierra rota con un eje inclinado con respecto al sol y, durante los meses de verano, el Polo norte queda inclinado también hacia el astro rey. Es por eso que, durante algunas semanas, el sol no llega a ponerse por encima del Círculo polar ártico.
Durante la estación de invierno, la temperatura en Spitsbergen puede bajar entre -16 y -12 grados Celsius (3 a 10 grados Fahrenheit). Agregando la sensación térmica se puede sentir mucho más frio.

Longyearbyen en un día despejado y con sol. Svalbard. Foto de Barbieirl Travels Arts

Svalbard, al estar en el paralelo 77 N, a las puertas del Artico, es el sitio en el que el sol de medianoche ocurre desde el 20 de abril hasta el 22 de agosto. Julio es el mes más cálido del año con una temperatura promedio de 3 a 8 grados Celsius (37 a 46 grados Fahrenheit).

Dos datos curiosos

  1. El permafrost de las islas es una gruesa capa de tierra que permanece completamente congelada durante todo el año, y no sólo conserva los cuerpos, sino que a veces los empuja hacia afuera si no están enterrados lo suficientemente profundo.
    A comienzos del siglo XX, unos científicos tomaron una muestra de tejido de dos marineros que fueron enterrados, se descubrió que los cadáveres estaban en perfecto estado de conservación.

    El permafrost debe ser la razón por la cual no soterran las tuberías de las casas y alojamientos en Longyearbryne. Todas estaban por encima de tierra. Foto de Barbiegirl Travels Arts

    La noticia se extendió y, con la idea de que un cuerpo congelado tras su muerte podría ser curado y resucitado en el futuro, comenzó a haber un boom de movimiento de población hacia la isla con la intención de ser enterrados en ella para ese futurístico plan.
    Visto esto, no quedó más remedio por parte de las autoridades que prohibir las inhumaciones en la isla. Y hasta hoy, 70 años después, así sigue la cosa.
    La gente fallecida aquí es subida a un avión para ser enterrada en el continente o en su país de origen. No hay hospitales para mujeres con embarazos complicados y, si alguien muere, el gobierno local exige que el cuerpo sea trasladado en avión o enviado a la parte continental de Noruega.

  2. En Longyearbyen se encuentra la «Bóveda del fin del mundo», un lugar a prueba de terremotos, inundaciones y explosiones nucleares, donde se almacenan las semillas de prácticamente todas las especies de cultivos que sirven como alimento y que fue creado para salvaguardar la biodiversidad en caso de una catástrofe mundial.
    Este es el Global Seed Vault , que se encuentra a unos 3 kilómetros de la carretera principal de Longyearbyen. Ha almacenado más de 980.000 semillas de todo el mundo desde 2008, como respaldo en caso de un cataclismo global que provoque la caída de todos los cultivos. Pero, a medida que aumentan las temperaturas, es posible que incluso la bóveda no sea completamente segura.
    En 2017, su túnel de entrada se inundó después de que se derritiera parte del permafrost. Longyearbyen no se diseñó pensando en el agua de lluvia y los deslizamientos de tierra y las avalanchas se han convertido recientemente en una amenaza. La temperatura promedio en Svalbard ha aumentado 4° C desde 1971, cinco veces más rápido que en el resto del planeta, lo que lo convierte en el lugar de más rápido calentamiento del mundo.

Global Seed Vault, Longyearbyen

Cuándo ir a Svalvard

Si el objetivo de vuestro viaje a Svalbard es navegar por la isla, sin duda alguna el mejor momento para viajar a las islas Svalbard es entre los meses de mayo y septiembre, que es cuando se registran mejores condiciones climáticas y cuando podemos navegar sus aguas. Si lo que te intereesa son las actividades de invierno o cazar auroras, puedes viajar hasta aquí en los meses de invierno, pero ten en cuenta que hay 4 meses al año en total oscuridad.

Qué hacer en Svalbard

La zona en la que nos vamos a mover en la isla es relativamente pequeña en comparación al archipiélago. Eso es debido a que la única zona más «habitable» se encuentra en el sureste (alrededores de Longyearbyen). El resto es glaciar y hielo. Pero aún así se pueden hacer muchas actividades, dependiendo de la estación del año:

  • De noviembre a abril: todas las relacionadas con hielo y nieve. Esquí de travesía, expediciones en raquetas, escalada en hielo, espeleología en cueva de hielo, expediciones en moto de nieve, ver auroras, etc.
  • En verano: cuando la nieve y el hielo se derriten, el agua y la tierra se convierten en las protagonistas. Las actividades con kayak, trekking, acampadas de varios días, expediciones en barco bordeando la costa. El «problema» es que para vivir esas experiencias es necesario hacerlo a través de empresas que pongan un guía (por aquello de los osos polares).

Actividades con Huskies, con Greendogs Svalbard. Foto de Barbiegirl Travels Arts

En cuanto a agencias de viaje, hay varias noruegas que ofrecen actividades en la propia isla.
En nuestro caso hicimos 2 actividades de verano en Longyearbyen, además del crucero de una semana por la isla con Oceanwide, que contratamos en España. De todas estas actividades, os hablaré en otros posts pero como podéis imaginar merecen la pena, aunque los precios son bastante altos.
Las propias de Longyearbyen fueron las siguientes;

  • Trineo con perros (Dogs sledding on wheels). Lo contratamos a través de Hurtigruten Svalbard y directamente con Greendogsvalbard. Realizamos una actividad en trineo de perros que no me pudo gustar más. Precio 150 dólares

    Dog sledding en Longyearbyen, Svalbard. Foto de Barbiegirl Travels Arts

  • Visitar a la ciudad abandonada rusa de Pyramiden y día completo de navegación por los fiordos cercanos a Longyearbyen. Precio 200 dólares. Lo contratamos a través de www.discoversvalbard.no

visita ciudad Pyramiden. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Aquí algunas fotos de estas actividades que hicimos en Longyearbyen

Acércate a la oficina de Turismo de Longyearbyen si estás por ahí y no tienes claro qué hacer. La oficina de Turismo se encuentra en la calle principal.

Dónde alojarse y comer

Hay bastante oferta de alojamiento para lo pequeña que es la localidad de Longyearbyen. En líneas generales, los precios varían desde los 50 eur/pax hasta los 150 eur/pax. Longyearbyen está encaramado en una colina, siendo el centro comercial la zona más plana y cercana al fiordo. Es, además, la zona comercial la que es considerada el punto más caro de la ciudad.

Barracón perteneciente a Coal Miners Cabin

Los hoteles más cercanos al centro son los más caros.

A medida que vas subiendo la colina y alejándote del centro, los hoteles son más económicos pero la calidad es estupenda. Nosotros nos alojamos bastante arriba, a unos 20 minutos caminando del centro comercial, en unos antiguos barracones de mineros.

Entrada al hotel Coal Miners, Longyearbyen.

El hotel donde nos alojamos se llama Coal Miners Cabins Svalbard.
Las instalaciones de diez. Las habitaciones estaban recién reformadas y los baños, de una limpieza impecable, estaban fuera de la habitación, pero los teníamos justo enfrente y solían estar vacíos siempre.

Alrededores del hotel Longyearbyen. Foto de barbeigirl Travels Arts

Los desayunos, de buffet, eran muy abundantes y el precio estaba excluido de la tarifa de la habitación. En cuanto a precios, nosotras pagamos alrededor de 120 eur por una habitación doble, pero reservada con mucho tiempo de antelación (meses). Los desayunos alrededor de 15-20 eur al cambio.

Cena en Coal Miners Cabin

Cenamos en Coal Miners Cabin un par de veces. Una noche al cambio pagué unos 40 eur por un plato de salmón con arroz y un agua con gas. Los alrededores del hotel eran muy bonitos, había unos cuantos renos que parecían estar muy cómodos por allí. Hay muchas opciones de alojamiento en Longyearbyen. Echad un vistazo a este link de Booking.

Las comidas, os recomiendo que las hagáis comprando en el supermercado de Longyearbyen, donde encontrarás comidas preparadas como ensaladas, pasta, carne, pollo. Todo es bastante caro pero la opción es ésa o sentarse a comer en los Restaurantes de los hoteles en Longyearbyen, bastante más caros.

  • Restaurante Kroa: Aquí podéis probar ballena pero también sirven pescado de la zona y carnes. Los precios aunque altos, no son los más caros.
  • Restaurante Coal Miners grill: Es un buen lugar donde comer calidad sin dejarse la cartera. Aquí os dejo la carta de las comidas y cenas.

Hasta aquí este primer post de Svalbard, situado en el paralelo 77 N y a las puertas del Artico. Os seguiré contando más cosas de estas lejanas islas que me han encantado, como el crucero que hicimos durante seis días recorriendo la isla.

Aquí estoy en una de las playas del fin del mundo, en una isla de Seven islands, al norte de Svalbard, adonde llegamos en en barco. Os lo contaré pronto. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Podréis pinchar aquí para leer más sobre Svalbard y aquí si queréis leer sobre otros destinos en Noruega

Hasta pronto!

 

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4 comentarios

  • Victor Galan says:

    Genial el primer relato y también muy práctico!!
    Saludos!!

    • Barbara Garcia says:

      Gracias víctor.
      Me acordé de enviártelo después de publicarlo pero vi que lo habías recogido de Facebook.
      El sgiguiente, contaré cositas del barco y en otro post de Pyramiden, que es un lugar rarísimo pero muy recomendable.
      La verdad es que el viaje es increíble. Muy recomendable.
      Una brazo grande. Seguimos…

  • Radi Mayor says:

    Doy fe lo de los huskies jajaja
    Me ha encantado este relato del viaje! Ha sido como volver a vivirlo! Que recuerdos tan bonitos! Estoy deseando la segunda parte!

    • Barbara Garcia says:

      jajaj radi! porque estuviste rápido pero casi te lleva una mano el huski son muy tranquilos estos perros pero cuidado con acabar con su paciencia. En breve, me pongo con una segunda parte, el relato del barco de expedición por las cosas de svalbard.
      qué bonito viaje, qué especial y qué gente tan magnífica nos reunimos allí. os quiero mucho
      Bárbara

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