Buenas viajeros,
Tras la vuelta de mi segundo viaje por la provincia Almería, os voy a contar acerca de la ruta por una de localidades más bonitas de la zona. Se trata de la Ruta Los Piratas y la Isleta del Moro en Cabo de Gata.
He escrito largo y tendido acerca del Parque Natural de Cabo de Gata- Níjar, por un lado, reflejando las mejores Actividades de senderismo en el parque natural de Cabo de Gata y por otro lado, de las Mejores playas para viajar con mascotas por Cabo de Gata. Hoy os hablo de esta encantadora localidad y de la Ruta de los Piratas.
Introducción
Cabo de Gata es un destino sin masificación turística, con un paisaje poco común e ideal para aquellos que aprecian los lugares de costa mediterránea que aún quedan libres del feroz urbanismo. Hay varias localidades como San José, Las Negras, Agua Amarga o Carboneras. Hoy hablamos de la Isleta del Moro.
La Isleta del Moro Arráez, nombre completo de la isla, encarna a la perfección el pueblo de pescadores típico de la zona, las barquitas cerca de la playa, las casas blancas y modestas de los pescadores, además de la extraordinaria paz en la mayor parte del año que sólo se interrumpe parcialmente en los meses veraniegos.
Mirador en la Isleta del Moro, Cabo de Gata. Es el mejor sitio para otear el horizonte. está situado cerca de la plaza, subiendo a mano derecha. Foto de Barbiegirl Travels Arts
La población recibe su nombre de una pequeña isleta situada a pocos metros de la playa, junto a un enorme peñón, que en la antigüedad era frecuentado por Árabes y feroces piratas en busca de tesoros. El nombre se cree que proviene del caudillo berberisco Mohamed Arráez. La palabra árabe «ar-rais» significa «patrón de barco» y en el siglo XVIII aparecía escrita como «jarraez», llegando a nosotros como topónimo del lugar.
Estos dos peñones o formaciones terrestres, visibles desde muy lejos, quedan ligeramente separados uno del otro, siendo el más pequeño un islote del más grande. De ahí recibe el nombre el pueblo: “la Isleta del Moro”.
Ubicación
La ubicación de la Isleta es inmejorable.
Entre San José al sur y el Playazo de Rodalquilar al norte, la isleta del Moro cuenta con uno de los miradores más espectaculares de Cabo de Gata (el Mirador de la Amatista) y a ambos lados del pueblo, se encuentran la Playa del Peñón Blanco al norte y la playa de los Escullos al sur.
Desde la carretera, viniendo de San José, antes de bajarnos del coche, tendremos una imagen de postal de la totalidad del pueblo: un gran palmeral a la entrada, las casitas blancas amontonadas cerca de la playa y los grandes islotes característicos de esta población.
El Pueblo de La Isleta
Es un excelente lugar para degustar la pesca del mediterráneo y aprender las variadas formas en que se denominan los pescados en este zona: sargo, breca, pollico, lecha, gallo pedro. En la mayoría de los casos podrás elegir que te sirvan el pescado en fritura (rebozado en harina y frito en aceite) o a la plancha, ambas formas evitan que se enmascare el suave sabor del pescado fresco.
Un restaurante recomendable donde comer es La Ola, donde degustar un buen pescado, marisco o arroz. La ubicación es excelente con estupendas vistas al mar y a la Playa del Peñón Blanco.
Vista de La isleta del Moro, Cabo de Gata. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Vista de una de las playitas dentro de la Isleta del Moro. Foto Barbiegirl Travels Arts
Antiguo lavadero de ropa del pueblo, que ha quedado conservado intacto. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Foto panorámica desde el muelle del pueblo de la Isleta del moro y sus dos playitas urbanas. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Mirador de la Isleta del Moro con un panel de info del tipo de vida marina que se puede ver buceando en los alrededores. Hay muchos centros de buceo en la localidad. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Se puede hacer andando la subida al peñón y aunque no lo hicimos, es de lo más recomendable por las vistas tan buenas que hay desde ahí arriba. En la Isleta se han rodado escenas de varias películas, como “El Pájaro de la Felicidad“, “Morirás en Chafarinas” o “Un día sin fin“.
Peñón de la Isleta del Moro. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Playa del Peñón Blanco
La Isleta del Moro es un pequeño núcleo urbano que está prácticamente rodeado por el mar por lo que en casi cualquier punto podemos encontrar una cala donde tomar un baño, la playa más grande se llama Playa del Peñón Blanco. Es una playa de 400 metros de longitud formada por arena fina y una gran calidad de agua para el baño. Recibe el nombre de una roca de color blanco que se sitúa en medio de la arena y que algunos bañistas aprovechan para resguardarse del sol.
Playa del Peñón Blanco. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Playa del peñón Blanco, La Isleta del Moro en Cabo de Gata. Foto de Barbiegirl Travels Arts
La Playa del Peñón Blanco está situada justo a la entrada del pueblo, llegando por la carretera desde el Mirador de la Amatista, a mano izquierda, encontramos una explanada donde aparcar el vehículo y bajando una pequeña cuesta accedemos a la playa.
Al encontrarse junto al pueblo tenemos toda clase de servicios como son restaurantes, alojamientos, bares e información turística.
Mirador de la Amatista
El Mirador de la Amatista, a escasos kilómetros de la isleta del Moro, nos sirve como punto de información, pero, también, ofrece una panorámica imponente sobre la costa de los piratas y de los salvajes acantilados que la forman.
Desde allí, se desciende casi de golpe por una pronunciada pendiente que nos arrastra hasta el valle de Rodalquilar, donde descansan volcanes extintos.
Mirador de la Amatista. Foto de Barbiegirl Travels Arts.
Mirador de la Amatista. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Mirador de la Amatista. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Ruta de los Piratas
Como si de un mapa del tesoro se tratase, existe una Ruta de los Piratas como legado de los ataques ataques y batallas de los piratas en esta zona alrededor del siglo XVII. Las incursiones marítimas de bereberes y piratas atracaban en sus costas con el fin de reponer en sus manantiales de agua dulce y reposar en sus tranquilas aldeas antes de continuar sus hazañas conquistadoras. Como prueba de estos ataques continuos que sufrían las aldeas costeras están las torres de vigilancia y castillos que se construyeron a lo largo de la costa para avisar y proteger de las incursiones
Desde Los Escullos hasta la cala de San Pedro, catorce de aquellas fortalezas defensivas forman parte del patrimonio cultural almeriense. Todas ellas quedan como supervivientes y testigos de un sinfín de historias de piratas que tuvieron como escenario principal los paisajes almerienses y que convierten este tramo del litoral en “la costa de los piratas”.
San Pedro, San Ramón, Santiago, San Felipe, San José, San Francisco de Paula y San Miguel son los nombres de las fortificaciones que, en la medida de lo posible, protegían las calas y playas almerienses que, a día de hoy, son uno de sus mayores tesoros naturales y turísticos.
San Felipe en la Playa de los Escullos
Una de las paradas de la Ruta de los Piratas está en la playa de Los Escullos, en la Fortaleza de San Felipe, construida en 1.771 y que, actualmente, está restaurada. Este castillo es uno de los fuertes más importantes y mejor conservados de todos los pertenecientes a este itinerario. Catalogado como Bien de Interés Cultural, el monumento se alza sobre el monte denominado Punta del Esparto, presidiendo un asombroso paisaje con sus aguas cristalinas y su inconfundible duna fósil.
Fortaleza de San Felipe en los Escullos© Getty Images
Baluartes como el de San José y el de San Francisco ya no existen, pero el sistema defensivo incluye torres para labores de aviso.
El recuerdo del temor a los ataques por sorpresa de estos corsario tiene reflejo en una fiesta anual denominada El desembarco pirata en el que, en la vecina población de San José, los vecinos se disfrazan y recrean las contiendas de la época. En la celebración se cuenta un desembarco que, según las crónicas, tuvo lugar en el siglo XVIII en dicha localidad.
Consejos Viajeros
- Si te gusta caminar hay una ruta de senderismo desde La isleta del Moro hasta los Escullos de alrededor de una hora. Pinchando aquí puedes consultar la información.
- Si viajas con mascota, ésta es una buena playa donde daros un chapuzón. Además, la Playa de los Escullos es una de las playas con el agua más transparente.
Petardo, mi mascota, bañándose en la Playa de los Escullos. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Y tras el Escullo, El Playazo de Rodalquilar, aún conserva una de las baterías defensivas, la de San Ramón, construida en 1.764 y que con sus cuatro cañones, vigilaba ese tramo del litoral formado por una espléndida playa de arena fina. Un castillo que, por cierto, se puede comprar por 3,3 millones de euros
Castillo de San Ramón en el Playazo de Rodalquilar
El castillo se remonta a 1764, año en el que Carlos III ordenó su construcción. Pretendía, con esta fortaleza, defender las minas de oro y plomo de Rodalquilar de los ataques de piratas que pudiesen llegar por mar. Tras la Guerra de la Independencia, fue ocupado por personas sin refugio y por diversos cuerpos de policía destinados a la vigilancia de las costas. No fue hasta 1875 cuando el Estado decidió venderlo a un particular por 1.500 pesetas.
Petardo y el castillo de San Ramón en el Playazo de Rodalquilar. Foto de Barbiegirl Travels Arts
Castillo de San Pedro en la Cala de San pedro
El pequeño pueblo de Las Negras es un lugar idóneo en el que reponer fuerzas. Un pueblo de casitas enjalbegadas que, según cuenta una de las leyendas locales, debe su origen y su nombre a una tragedia relacionada con el mar, pues dicen que se fundó tras una tragedia.
Ruinas del Castillo de San pedro, Foto de Barbiegirl Travels Arts.
Los hombres de la cercana población de San Pedro se hicieron una noche a la mar y nunca más regresaron. Las mujeres que quedaron viudas y que se dedicaban a poco más que a la agricultura, tuvieron la necesidad de acercarse al resto de poblaciones para sobrevivir. El nombre que recibió el nuevo asentamiento de La negras va ligado a las vestimentas de sus fundadoras, por el negro luto que portaban.
Ruinas del Castillo de San Pedro, Foto de Barbiegirl Travels Arts.
Precisamente, en la Cala de San Pedro, a la que sólo es posible acceder en barco o tras una larga caminata, y donde aguarda una fuente natural de agua dulce -conocida, además, por ser uno de los últimos asentamientos hippies de España-, se encuentran las ruinas del Castillo de San Pedro, con una torre del siglo XVI, que fue erigido con la intención de defender la playa y la fuente de los saqueadores. Un lugar muy aconsejable.
Espero que hayáis encontrado interesante este post de la Ruta de los Piratas y la Isleta del cabo , en las localidades aledañas de la Isleta.
Si queréis echar un vistazo a otros lugares en España de los que ido escribiendo, podéis pinchar aquí.
!Hasta pronto!!
