Hoy voy a cambiar un poco de tercio y os voy a contar acerca de uno de los lugares más espectaculares y bellos que he visitado: la Isla fernando de Noronha, en el Caribe brasileño.
Introducción
Tuve la gran suerte de visitar esta maravillosa isla en el 2011 con mis amigas Elena e Iciar y fuimos muy afortunadas porque no sé si sabéis que el turismo en esta isla está restringido a unos pocos turistas al día (600 turistas/día en concreto).
De camino a Fernando de Noronha, a sabiendas de que hay un férreo control que no permite la estancia sino a un número determinado de visitantes, la sensación de privilegio es enorme. Se repite cuando, antes de aterrizar, el avión da un giro de 360º para que los pasajeros tengan como primer contacto con la isla una panorámica de su figura.
Noronha es un pequeño archipiélago formado por 21 islas en el Atlántico sur. Este es un archipiélago de origen volcánico, situado a 545 km de Recife, y pertenece al estado de Pernambuco. Sólo la isla grande, conocida con el mismo nombre que el archipiélago, está habitada.
Unas 3.200 personas viven aquí con absoluta dependencia del continente: no se produce nada en Noronha más allá de pesca y un poco de agricultura de autoconsumo. Se puede llegar a esta isla desde Recife o Natal. Nosotras lo hicimos desde Natal y la llegada fue espectacular, como podéis ver en esta foto que saqué desde el avión.
Cómo llegar
A la isla de Fernando de Noronha no se puede abordar en barco, opción que se limita solamente a cruceros que permiten bordearla desde el mar sin llegar a atracar en ella. La única forma de llegar al paraíso natural más demandado de Brasil (junto con el Amazonas) es tomando un avión desde Recife –capital de Pernambuco– o desde Natal –capital de Rio Grande do Norte–. Desde Recife vuelan diariamente hasta Fernando de Noronha la aerolínea Trip (www. voetrip.com.br), compañía que cubre también a diario el trayecto desde Natal.
El archipiélago emerge solitario en una porción del Atlántico donde nadie le puede quitar protagonismo. A su izquierda, el “mar de dentro” encuentra sus límites en el continente americano. A su derecha sólo se abre la inmensidad del segundo mayor océano del planeta, llamado “mar de fuera”. El piélago que no encontrará fronteras ni escalas hasta las costas africanas.
El archipiélago de Fernando de Noronha está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y posee un delicado ecosistema. El paso a los visitantes está restringido pero los más afortunados tenemos la oportunidad de disfrutar de playas vírgenes y reconfortantes aguas tibias en las que nadan delfines y tortugas marinas, haciendo de Noronha uno de los principales destinos de submarinismo del mundo.
Una isla utópica
A principios del siglo XVI la Ilha da Quaresma fue descubierta por el explorador portugués Fernão de Noronha, de ahí su nombre. Américo Vespucio protagonizó el primer desembarco documentado en la isla en 1503 espetando “el paraíso es aquí”, y Tomás Moro, tras leer los escritos del navegante italiano, ubicaba en Fernando de Noronha el lugar idóneo para la sociedad ideal planteada en su obra más popular: Utopía, publicada en 1516.
Hasta el año 1938 todo el archipiélago tenía la función de establecimiento penitenciario común, donde cumplían condena los procesados, posteriormente fue utilizado como presidio político.
Hoy los amantes de la naturaleza y los expertos en medio ambiente apuntan a este archipiélago como el espacio natural más sostenible de todo Brasil. Algunos incluso lo destacan a nivel planetario. La preservación rige a rajatabla sus designios, gestionada por el IBAMA –Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables– y las varias ONG que operan en la isla y garantizada con la tasa de preservación ambiental que paga cada uno de sus visitantes. La Unesco ha puesto también su granito, declarando el conjunto de 21 islas que forma el archipiélago Patrimonio de la Humanidad en 2001.
Una isla sostenible
En la Baía dos Golfinhos opera la ONG Projeto Golfinho Rotador, dedicada a controlar la población de delfines tornillo que diariamente surcan la bahía deleitando a los presentes con las piruetas que les dan nombre. Las aguas que rodean el puerto son perfectamente buceables, atractivas debido al pecio de un carguero griego que varias especies de peces han convertido en su hogar.
En esta costa occidental de la isla destacan también las bahías dos Porcos y do Sancho (consideradas de las más bonitas de Brasil) y las playas de Conceição y do Cachorro, que prometen paisajes espectaculares con algunos de los islotes del archipiélago dibujando el horizonte.
Lo mismo ocurre en la parte oriental, donde las playas do Leão, do Sueste y da Atalaia –en la que se forman piscinas naturales cuando baja la marea– son una auténtica delicia. Deportes acuáticos o senderismo son dos actividades obligadas, así como catar las populares croquetas de tiburón seco tubalhau o el zumo de cajú y asistir a alguna de las charlas medioambientales de la ONG Projeto Tamar, dedicada a la preservación de la tortuga marina. Todo ello sin olvidar que, en este rincón nominado a las 7 Nuevas Maravillas de la Naturaleza, el lujo es multicolor, vivo y en constante transformación.
El turismo en Noronha
Los nacionales no pueden venir a vivir a Nornoha a no ser que se casen con alguien local o lleguen con un contrato de trabajo. Pero para contratar a un nuevo trabajador, antes hay que certificar que al que se le extinguió el contrato sale de la isla. Lo mismo ocurre con los bienes: si te quieres comprar un nuevo coche o una nueva lavadora, tienes que enviar el viejo al continente en barco. No se permite la construcción de macrohoteles o complejos turísticos y todo el alojamiento es en pequeñas posadas más o menos familiares e integradas en el entorno.
Noronha es una archipiélago volcánico, restos de un viejo volcán que emergió hace millones de años desde 4.000 metros de profundidad para sacar su cresta erosionada por encima del oleaje del Atlántico sur.
Aunque Noronha vive del turismo, la mayor parte de su territorio está declarado Parque Natural Marinho.
Claro que, como casi siempre pasa, el paraíso tiene un precio. El “pero” de Noronha es que no es un destino barato. Pero ni para el turista ni para el residente. Todo lo que hay aquí, desde el agua embotellada a un tornillo hay que traerlo de Recife. Y eso se paga. También el hecho de que exista “númerus clausus” dispara los precios porque hay más demanda que oferta. Yo me acuerdo de comerme un helado Magnum por el módico precio de 6 Eur. Me quedé muerta pero me lo comí con todo el gusto del mundo.
El archipiélago de Fernando de Noronha consta de 21 islas y tiene playas cristalinas verdaderamente paradisíacas. De entre todas, destacan 10 playas como rutas de senderismo o paseos en barco, como dicen Aquí.
Mejores playas de Noronha
Os voy a contar las playas que más me gustaron.
Bahía do Sancho
La Bahía do Sancho lleva unos cuantos años figurando en la lista de las mejores playas del mundo según Trip Advisor y tengo que reconocer que es un lugar maravilloso. Por segundo año consecutivo, ha sido designada no sólo la mejor playa de Brasil, sino la mejor playa del mundo en el Travellers’ Choice 2015.
Praia do Leao
Praia do Leão, es una playa de arena blanca y piedras entre las cuales se forman pozas, al igual que en la Praia do Bode. Pero, a la primera, van a desovar la mayoría de las tortugas.
Praia do Leao.Baia do Porcos
Baía dos Porcos. Plagada de peces de todos los colores que se cuelan entre piscinas creadas entre las piedras, desde aquí se puede contemplar el Morro dos Dois Irmãos, dos grandes formaciones rocosas.
Praia do Cachorro
Praia do Cachorro, es una de las playas más cercanas al municipio de Fernando de Noronha y también resulta de gran atractivo para el turismo, ya que allí celebran los mercadillos típicos.
Praia da concepçao (o Italcable)
Con una amplia extensión de arena rodeada de cocoteros, y también es una de las más concurridas, gracias a su fácil acceso y a las excelentes condiciones para practicar surf.
Alojamiento
Por norma, se considera que el archipiélago de Fernando de Noronha es un destino caro. Sin embargo, existen varias fórmulas para conseguir que la visita a este paraíso sea asequible. Una de ellas es alojarse en las posadas a partir de unos 30 €, con desayuno incluido. Yo diría que más pero cuando nosotras fuimos, no había ni resorts ni vimos hoteles con lo que las posadas parecían la única opción. La isla cuenta con una infraestructura turística bastante básica, conformada principalmente por posadas familiares, unos cuantos restaurantes y una reglamentación muy estricta en cuanto al tema de la conservación ambiental. Pero quienes visitan Noronha no están interesados en la hotelería, sino en los increíbles paisajes naturales, sus playas espectaculares y sus aguas de asombrosa transparencia.
Si hay algo que pueda definir a todos los hoteles de Fernando de Noronha es la sostenibilidad. Hasta el hotel más lujoso de la isla hace gala de su condición de ecológico y de su respeto al entorno.
- El alojamiento más exclusivo es Pousada Maravilha, el único resort orientado hacia el mar en la Baía do Sueste y el único considerado de lujo. Con cinco bungalós para dos personas y tres apartamentos para cuatro –que incluyen terraza privada con jacuzzi–, cuenta con restaurante, lounge, piscina, gimnasio, Spa y una amplia gama de actividades que incluyen, por supuesto, buceo de tubo y submarinismo. Pertenece a la firma Kiwi Collection y entre sus reconocimientos está haber sido elegido tercer mejor hotel de Brasil por una popular revista norteamericana y mejor hotel pequeño de Suramérica por una importante página web de viajes.
- El Solar dos Ventos es otro hotel íntimo y pequeño, situado a 300 metros de la Baía do Sudeste. Cuenta con ocho bungalós de madera rústica con cama king size, aire acondicionado o televisor, y cuyas duchas funcionan con energía solar. Esta posada dispone de huerto ecológico y de servicios gratuitos de wi-fi, traslados aeropuerto-hotel y kit de playa con sombrilla, toalla y estera.
- Sus dueños han abierto recientemente un segundo establecimiento en la isla, la Pousada Pedras Secas ubicada en Floresta Nova. Con cuatro opciones de alojamiento, destaca por su Espaço Zen, que incluye aulas de yoga y pilates y terapias como el shiatsu, el ayurveda o la acupuntura.
Muchos turistas viajan exclusivamente para bucear en sus costas, pues es uno de los mejores puntos de buceo del Brasil.
Aquí os dejo un video promocional que encontré en youtube.
Y me despido diciendo que sueño con volver a Brasil. En ese viaje estuvimos en otros lugares mágicos como Pipa y Natal, ya en el continente. Desde aquí podéis acceder a todas las entradas de mi Viaje a Brasil.
!Hasta pronto!
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4 comentarios
Fernando de Noronha es sin duda un verdadero paraíso!!!
De los sitios más impresionantes que he conocido.
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y lo bueno es que el acceso diario de turistas a la isla está muy restringido, lo que ayuda a la conservación de este lugar único en el planeta.
Muchas gracias Iciar. Qué bien lo pasamos
un beso
Precioso lugar.. Estais muy guapas las tres.un beso
gracias maria