Visita de Amman, la capital jordana

!Buenas!

Hoy echamos la mirada atrás en el tiempo y volamos al reino hachemita, en concreto, a la visita de Amman, la capital jordana. Este fue un viaje inolvidable que me llevaría a visitar los lugares imprescindibles del país en 9 días. Entonces empezaba el conflicto en Siria y la entrada a este país ya era más que imposible.

Introducción a Amman

Visita de Amman, la capital jordana

En Jordania puedes tomar coca cola y cualquier marca americana. Jordania es un país musulmán muy occidentalizado. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Amman, capital del Jordania, es la ciudad que toma nombre del dios egipcio Amon.

Es una ciudad moderna que se levanta sobre las 7 colinas originales (las jebel que reconocerás y verás desde la más famosa: la Ciudadela) y que, a pesar de tener una historia riquísima, conserva poco de su pasado.

Está situada en una región montañosa al noroeste del país y es un excelente punto de entrada para descubrir una nación fascinante. Aquí viven unos 4 millones de jordanos, casi el 40% de la población total de Jordania, y es una de las ciudades árabes más liberales y modernas del mundo musulmán.

Hay otros países musulmanes como Irán, donde todo es muchísimo más estricto. En Jordania se respira libertad y seguridad. Gracias a Dios reírse está permitido en Jordania y el estrés parece que no invade el paisaje como en otros lugares como cualquier ciudad del mundo islámico. Muchas mujeres en Jordania van tapadas con la hijab pero no es estrictamente obligatorio como en el Estado islámico de Irán (pinchad encima para leer mi artículo de las prohibiciones en Irán).

Aún así, andar por el centro de Amman y/o internarte en un mercado, siendo mujer, implica que las miradas te sigan sin descanso. No hace falta ir en tirantes o escotada. Puede que te digan algo, pero no te tocarán ni molestarán, y se acercarán a ti con bastante amabilidad. De hecho, hasta te pedirán hacerse fotos contigo.

Visita de Amman, la capital jordana

Hombres conversando en Amman, Jordania. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Os animo a que organicéis el viaje a Jordania por vuestra cuenta, incluso conduciendo vosotros mismos por las carreteras del país. En Internet hay miles de blogs que sirven de muchísima ayuda.. y el país es muy seguro. Podéis perfectamente visitar completamente el país en unos 10 días.

Pinchando en este link podéis acceder a otros posts que he escrito acerca de Jordania, como Petra o Wadi Rum.

Cómo llegar a Amman

  • Lo más común es que los viajeros lleguen a Jordania en avión, aterrizando en el Aeropuerto Internacional Reina Alia de Amman, que se encuentra a unos 30 kilómetros al sur de la capital jordana.
  • También existe la posibilidad de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Rey Hussein en Aqaba, al sur del país. Por lo que conviene comparar precios de vuelos y horarios para ambos aeropuertos antes del viaje.
  • Para la gente que vive en España, la mejor opción es volar con Iberia o Royal Jordanian en el vuelo directo que tiene desde Madrid a Amman, la capital del país. Eso sí, si vais a coger esta opción tendréis que reservar con tiempo para que el precio no se os suba por las nubes, como nos pasó a nosotros.
  • Hay otras opciones: puedes encontrar billetes  por 500 € i/v por persona con Turkish Airlines. Pero si sois previsores y reserváis el vuelo con bastante antelación, aunque sea en temporada alta, podréis conseguir un vuelo directo por un precio similar o menor. En temporada baja podréis lograr comprar un vuelo directo de España a Jordania por poco más de 300 €.
  • Para más datos e información, ve a mi post de Consejos para viajar a Jordania 

Posando con locales en Mezquita del Rey Hussein, Amman. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Historia

Esta ciudad hunde sus raíces en el 8.500 a.C. Fue conquistada por los amonitas, los asirios, los persas y los griegos, que la llamaron Filadelfia. En el siglo I a.C. la ciudad griega fue conquistada por los romanos y se convirtió en una de las Decápolis, una liga de 10 ciudades de cultura grecorromana en Oriente Medio cuyo exponente más famoso es la maravillosa Jerash. De esta época son los restos de la Ciudadela, el Teatro Romano, el Odeón o el Ninfeo.

Siglos más tarde, omeyas y abbasíes dejaron su huella. Una de las influencias culturales más importantes desde mediados del siglo XX es la que produjo el influjo de refugiados palestinos. Todo esto, además de los zocos, las cafeterías, las grandes avenidas, los miradores y las plazas, lo podrás disfrutar cuando visites Amán.

Cómo moverse por Amman

Moverse por el país es bastante fácil. No hay muchos servicios de buses y son de horarios algo inciertos, así que si no tienes mucho tiempo, lo mejor es optar por los taxis.

En Jordania es habitual contratar a un taxista para un trayecto largo como puede ser Amman-Petra.  Acuerda primero el precio  y regatea, eso sí.  En muchos lugares, incluido el aeropuerto de Ammán, se ofrecen para ello. Recuerda que  Jordania es un país bastante pequeño, y las carreteras principales son bastante aceptables. Aun así, algunos trayectos serán de cinco horas o más.

  • Desde el aeropuerto cógete un taxi hasta tu destino en Amman. Allí verás una caseta donde pedir el taxi y donde se indica el precio cerrado. No te llevarás ningún susto a la hora de pagar ya que las tarifas están reguladas por ley. A la salida de la terminal verás los precios, que se encuentran actualmente en torno a los 30 euros.
  • Ir en bus desde el aeropuerto de Ammán al centro es la opción más económica.  Por unos cuatro euros, podrás llegar a varios puntos bastante céntricos de la ciudad. Para realizar el trayecto inverso deberás cogerlo en la parada de North Bus Station. Su frecuencia es de media hora y tarda unos 45 minutos.
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Tráfico en el centro de Amman. Foto de Barbiegirl Travels Arts

  • Existen dos tipos de taxis en Ammán. Los privados, de color amarillo, en los que viajarás solo. Y los taxis blancos, públicos, en los que compartirás el trayecto, de una ruta preestablecida, con más personas. En los taxis amarillos de Ammán, el sistema es el mismo que el que conocemos. Existe un taxímetro y pagarás al finalizar el trayecto. En los taxis blancos encontrarás rutas concretas que son las que realizan y sabes de antemano el precio del trayecto. La ventaja es que, al compartir habitáculo, el precio siempre será más reducido.
  • En Amman los taxis urbanos tienen taxímetro y créeme, puede ser bastante más económico que si lo regateas antes. Hablo de los taxis amarillos.
    Lo que sí necesitas es armarte de paciencia. Muchos no hablan inglés ni leen nuestro alfabeto, pero la tarjeta del hotel te puede ser útil para leerles la dirección. También es probable que paren a echar gasolina o incluso a tomarse un café en el trayecto.  Si contratáis unas horas de visita con guía, te llevarán a los lugares más alejados primeramente para luego dejarte en el centro y lo hagas todo a pie.

    Foto de taxis en Jordania Fuente; The Jordan Times

Para conducir en Amman hay que tomárselo con calma. Allí se conduce de otra forma, mucho más claxon y menos ceda el paso.

Qué ver en Amman

Amman es una ciudad grande donde encontrarás zonas con edificios modernos pero su centro histórico, cuyo enclave principal es la citada Ciudadela, muestra un conglomerado de casas bajas  y blancas dispuestas en las laderas de las colina.

Starbucks café de Amman que vimos a las afueras de la ciudad, con mujeres locales que visten muy occidentales.

El tráfico en Amman es muy denso además de la contaminación reinante en la ciudad. Amman no es una ciudad bellísima pero tiene un montón de lugares interesantes. El teatro romano, la mezquita del rey Hussein, la Colina de la Ciudadela donde encontrar ruinas del pasado romano o el Museo Arqueológico de Jordania. Sin embargo, lo que más te va a llamar la atención es la simpatía de la gente.

Consejo Viajero: Uno o dos días en la ciudad es el tiempo recomendable para hacerte una idea de la ciudad. Para realizar la ruta turística a continuación, te recomiendo que contrates un guía que, además de darte las explicaciones pertinentes, con su coche pueda llevarte a todos los puntos neurálgicos de la ciudad.

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Ammán. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Ciudadela de Amman

La Ciudadela es, sin lugar a dudas, uno de los mejores lugares que ver en Amman. En la colina de Jebel al-Qala’a se unen las ruinas romanas y omeyas con los restos de la Edad del Bronce y del Hierro. El lugar lleva ocupado desde el 8.500 a.C. y, como fortaleza durante miles de años, ha visto surgir y caer a todas las civilizaciones que le han dado forma a la Amman contemporánea.

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Vistas desde la Ciudadela, Ammán Foto de Barbiegirl Travels Arts

La ciudadela de Amman es, seguramente, el lugar de mayor interés turístico de la ciudad. Su emplazamiento no es casual, ya que desde aquí todos los imperios que han pasado por Amman han controlado al enemigo, divisando cualquier entrada a la ciudad. Estas fortificaciones no sirvieron de gran cosa, ya que durante siglos Amman fue invadida y dominada por varios imperios: los asirios, los ptolomeos, los seléucidas, el Imperio romano y los omeyas. Y de todas estas culturas que pasaron por la ciudadela de Amman se pueden ver sus rastros.

Aunque la historia más moderna de la capital jordana comenzó a finales del siglo XIX, cuando los otomanos llegaron a ella en 1878. Desde entonces, la ciudad ha crecido y se ha convertido en una metrópolis moderna de más de un millón de personas, que ha recibido durante muchos años a cientos de miles de refugiados: palestinos, iraquíes, kuwaitíes y, actualmente, sirios. De hecho, desde la ciudadela se observan los barrios que se construyeron hace años para los palestinos.

Hoy la Ciudadela es posiblemente el mejor mirador de Amman. Desde sus más de 800 metros sobre el nivel del mar domina el paisaje y permite admirar cómo las casas y edificios de piedra blanca (está prohibido construir con cualquier otro material) se desparraman sobre colinas y más colinas, como piezas de domino salpicadas de color por el street art ocasional.

Templo de Hércules en la Ciudadela de Amman. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Mi parte favorita de la Ciudadela es el Templo de Hércules y los restos romanos. Pero tanto el Palacio Omeya como el Museo Arqueológico también valen la pena. Y las vistas ya ni te cuento.

Dos columnas gigantescas son todo lo que queda del Templo de Hércules. Fue construido en el siglo II d.c., durante el reinado del emperador Marco Aurelio y sus ruinas permiten hacerte una idea de lo grande e importante que debió ser en su día. Justo detrás, en un mirador, están los restos de una mano de piedra que debió formar parte de las decoraciones del complejo religioso en sus días de gloria.

El teatro romano, todo un símbolo en pleno centro

Poco a poco nos acercamos al Teatro romano, con capacidad para 6.000 espectadores. El Teatro Romano es el monumento más imponente de la antigua Filadelfia, nombre que llevaba Amán cuando formaba parte de la Decápolis Romana, la red de ciudades en la frontera del Imperio Romano al sudeste de la región del Levante. Según una inscripción, fue construido en la era de los emperadores Antoninos, a finales del siglo II d.C.

El rango social determinaba el lugar de asiento. Los pobres, extranjeros, esclavos y mujeres estaban restringidos a la sección superior. El edificio de escenario de unos 100 m de ancho, tenía, probablemente, tres pisos de alto. El escenario de madera se eleva 1,5 m del espacio de performance del coro, la orquesta, que tiene un radio de 13 m.

Visita de Amman, la capital jordana

Templo romano en Amman. Vista desde la Ciudadela. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Si estás en buena forma física, te recomendamos que subas arriba del todo, ya que, hay unas vistas muy bonitas desde las que se puede ver la Ciudadela y el resto de la ciudad. Eso sí, cuidado con los escalones, que son más altos de lo que parecen.

Sentada en el Teatro romano de Amman. Jordania. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Mezquita del rey Hussein

La pequeña mezquita del rey Hussein está construida en 1924 sobre los pilares de la antigua, construida en el año 640. Coqueta, en un cruce de calles con una minúscula plaza ante su puerta donde los hombres dejan los zapatos antes de entrar a orar, contrasta con el resto de edificios decrépitos que parecen amenazarla.

Visita de Amman, la capital jordana

Mezquita del Rey Hussein, Amman. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Allí hay también una fuente llamada Ninfeo, donde los hombres se lavan antes de la oración.

Downtown y zocos de Amman

Vagabundear por los puestos de frutas, verduras, zapatos, especias y frutos secos que se extienden por las calles aledañas a la avenida Al-Hashemi, muy cercana a la Mezquita del rey Husein.

Aquí es donde transcurre la vida real de los locales. Un ir y venir de gente y coches, que no te dejarán indiferente. Es la zona antigua de Amman y es una explosión para los sentidos. Aromas, colores y sabores de Jordania al tu alcance en un solo sitio.

En el Downtown de Amman, encontrarás muchas de las respuestas acerca de la cultura y la forma de vida de los jordanos, incluso podrás hablar con sus gentes, que curiosos te mirarán al pasar. Una buena idea es pasear pos sus calles, entrar en sus tiendas o tomarte un té es esta zona y sentarte a observar la vida de la zona más antigua de la ciudad. Una experiencia, que sin duda recordarás de tu visita por Ammán.

Mujer comprando en el zoco de Ammán, Jordania

Encontrarás varios zocos, lugares imprescindibles en las ciudades árabes, donde encontrarás todo tipo de sorpresas. Están llenos de vida, y nunca sabes qué vas a poder encontrar en este tipo de mercados. Sacos de especias, fruta y verduras, encantadores de serpientes, músicos, Hijabs…Esta es una de las cosas que tienes que ver en la capital de Jordania. Lo mejor es que te dejes llevar y te pierdas por sus calles.

Amman tiene una colección de arte urbano y de graffiti magnífica. En el Downtown hay un montón, y también en los accesos a algunas de las colinas que lo rodean. Nada como dar un paseo para toparte de bruces con una explosión de color e imaginación. Con eso y con las escalinatas decoradas con macetas y flores que le alegran el día a cualquiera.

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Perderse por el zoco del dentro de Ammán. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Visita de Amman, la capital jordana

Downtown de Ammán y el zoco, donde puedes comprar de todo. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Visita de Amman, la capital jordana

Tienda de Jiyabs en Ammán. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Rainbow Street

Los ciudadanos de Ammán adoran pasear al atardecer por Rainbow Street, sentarse en sus cafeterías y restaurantes y ver a la gente pasar. Lo mejor es su ubicación; al estar en lo alto de una colina, tienes unas vistas increíbles de Amman.

Esta bonita calle de la colina de Jebel Amman que le debe su nombre al arco iris es uno de los lugares más interesantes que visitar en Amman. Callejea, tómate tu tiempo, respira y aprovecha para comprar algún que otro souvenir.

Rainbow Street Amman. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Repleta de restaurantes y comercios, es un lugar de ambiente moderno, lleno de vida. En algunos sitios podrás tomar vino y cerveza pero por lo general lo más pintoresco son los cafés. Puedes desplazarte hasta esta calle para comer en el famoso Restaurante Sufra, del que os hablo en la Sección Gastronomía. Si os apetece algo dulce, dirigíos al  Rawan Cake Rainbow.
Aquí algunas recomendaciones más:

En la calle Othman Bin Afan Str., a unos 50 m restaurante Sufra y gestionado por la misma compañía, el NOFA Creative Space es una sala de exposiciones y eventos culturales o empresariales en una villa histórica restaurada.

El Wild Jordan Center, ubicado en la zona de Rainbow Street, es propiedad de la Royal Society for the Conservation of Nature. Es un centro muy curioso que aglutina 10 restaurantes cafés, varios pubs y un lujoso hotel boutique. En su momento se construyó con el objetivo de mantener y conservar varias reservas naturales en el país, como la Mujib Nature Reserve and Dana Biosphere. Los beneficios van dirigidos a la familias que habitan estas reservas  y a promocionar el turismo eco friendly. Podrás encontrar dentro varias tiendas de souvenirs. Desde el centro podrás obtener unas vistas impresionantes de la ciudadela de Ammán.

En los viernes de los meses de verano, se puede visitar el cercano mercado árabe  Souq Jara al final de la Rainbow Street. Es un mercado al aire libre perfecto para comprar souvenirs y está abierto desde las 10 am y cierra por la noche

Mezquita del rey Abdullah

La Mezquita del Rey Abdullah, ubicada en en la colina Jebel al-Weibdeh, fue construida entre 1982 y 1989 por orden del Rey Hussein, y es todo un símbolo para la capital de Jordania. Esta es una de las pocas mezquitas que está abierta a visitantes no-musulmanes.

Mezquita Rey Abdullah, Amán.

Yo antes de entrar en la Mezquita Rey Abdullah, Amán. Fotografía de Barbiegirl Travels Arts

Lo que hace que esta mezquita sea diferente de las demás, es que la bóveda o la cúpula de la misma, tiene unos mosaicos de una gama de colores azules, que la hacen impresionante.

La cúpula de 35 m de diámetro llega a una altura de 31 m. Desde el centro de la bóveda surgen líneas de radiación con forma de estrella dorada que culminan en los 99 nombres de Alá. La gran alfombra roja es un símbolo de la tierra fértil y sus ornamentos reiterativos dirigen a los fieles hacia la quibla.

En el interior de la Mezquita Rey Abdullah, Amán. Fotografía de Barbiegirl Travels Arts

Para entrar en esta mezquita debes ir debidamente cubierta el pelo con un foulard y ponerte la bata que te dan en la entrada. Por dentro la mezquita no es nada el otro mundo pero es gigante.

Mezquita de Abu Darwish

Fue construida en 1961 en la cima de una de las siete colinas de Amman, Jebel al-Ashrafiyeh. Sus piedras alternas en blanco y negro se basan en la arquitectura tradicional levantina. La mezquita es claramente visible desde otras colinas alrededor de Amman. Puede acomodar a más de 7000 fieles. Es preciosa al menos por fuera. Nosotras no la visitamos ya que nos dedicamos a pasar más tiempo en el zoco y probando la maravillosa gastronomía del país.

Mezquita de Abu Darwish en Ammán. Foto de Barbiegirl Travels Arts

Gastronomía

La cocina jordana tiene bastante de mediterránea. La comida en Jordania es absolutamente deliciosa, variada y sana. Una combinación de ingredientes de Egipto, Siria y Líbano con un toque de influencia beduina.

Me quedo con los sabores del hummus y el babaganush. El yogur, los guisos de carne, los dulces cargados de almendras, pistachos y miel, el zumo de naranja recién exprimido. Y por encima de todo, el del té.

  • Comida deliciciosa a base de varios humus y babaganush. Foto de Barbiegirl Travels Arts

    El hummus es un puré de garbanzos con aceite de oliva y zumo de limón muy popular a lo largo y ancho de todo oriente medio. Se suele tomar untado en pan y es delicioso.

  • Baba ghanooj o babaganush
    Muy parecido al hummus en apariencia y textura pero no tanto en sabor pues esta crema se hace con una mezcla de berenjenas asadas, semillas de sésamo, limón, ajo y diversas especiasEste entrante es un auténtico vicio y al igual que el hummus se toma untándolo en pan tradicional o pan pita. Si en la receta se usa yogur y pepino pasa a denominarse moutabel, similar pero de distinto sabor al hummus
  • Mansaj, uno de los platos típicos jordanos. Foto de Barbiegirl Travels Arts

    Mansaf
    Es un plato tradicional y, sin duda, el más conocido de la cocina de Jordania. Es de origen beduino se elabora con arroz, pollo, almendras y una salsa de yogur riquísima. Suele ofrecerse en una bandeja principal de la que se sirven todos los comensales

  • El dulce mas popular es el knafeh, un postre tradicional libanés elaborado con pasta filo, queso y pistachos. El baklava está hecho con almendras, nueces o pistachos envueltos en pasta filo y bañados en jarabe de miel; y halawa, está elaborado con pasta de sésamo, azúcar y pistachos. No te puedes ir de Amman sin probar un knafeh (postre típico de origen palestino de queso, kadaif, mantequilla y pistacho) en la pastelería más conocida de la ciudad, Habibah (os lo cuento más abajo).

Consejos gastronómicos

Restaurante Zajal, Foto de Barbiegirl Travels Arts

Zajal, Ammán Foto de Internet

  • Restaurante Hashem, uno de los restaurantes con más historia de Amman.  Se encuentra en el downtown, al ladito de Habibab Sweets y muy cerca del restaurante Zajal. Este sitio es perfecto para introduciros a la gastronomía jordana, ya que al no tener un menú como tal, os irán sacando mezzes variados para que probéis un poco de todo. Hummus , Falafel, otro tipo de Falafel más grande y relleno de tomate, una especie de hummus picante de judías rojas y garbanzos, ensalada de tomate y pepino, patatas, pan de pita recién tostado, encurtidos variados.
  • Sufra es uno de los restaurantes frecuentados por Abdullah y Rania, los Reyes de Jordania. Este restaurante, ubicado en la famosa Rainbow Street. Tiene varios salones interiores y dos espectaculares terrazas donde poder disfrutar de lo mejorcito de la cocina jordana con un toque elegante y refinado pero nada caro. Para empezar probamos un hummus especial caliente con carne de cordero y piñones por encima y unos kubbeh, una especie de croquetas/albóndigas de carne de cordero, bulgur, semillas de pino y especias. Ambas cosas nos encantaron, pero el kubbeh especialmente. Como principal, un Fattet de Pollo; se trata de un guiso de pollo con arroz, salsa de yogur y semillas de pino cocinado en una cazuela de barro con el fondo cubierto de pan.
  • Ojo en Amman, porque cuando te sientas a tomar una café, que por cierto son muy caros, te ponen una botella de agua como costumbre para «abrir la mesa» y luego te la cobran, vamos que tomar un café que ronda los 2,5 € más el agua, te sale mas bien caro.

De compras por Amman

En cuanto a las compras, lo único a tener en cuenta es que son precios europeos e incluso algo más subidos: jabones y cremas del Mar Muerto, pañuelos beduinos, botellitas de arena de Petra (o de arena de colores), cafeteras y teteras repujadas, y un sinfín de cosas más. No encontraréis nada baratísimo.

Pasteles jordanos.

La Pastelería Habibah es toda una institución de Amman, a escasos metros del famoso restaurante Pizza Roma Café y frente al teatro romano. Dicen en su web que el fundador empezó a trabajar en la pastelería en 1947, en Jerusalén. Después emigró a Jordania y en 1951 inauguró su pastelería.Aquí hay que probar, sí o sí, el dulce llamado Kinafa.  Es como un pastel templado o caliente, hecho con una base de queso de cabra, bizcocho de almendra con miel, y pistacho.  Con el pastel te sirven un vasito de agua mineral precintado como los de los aviones, pero lo podéis acompañar además con un té o café.

En esta pastelería se puede comprar un gran regalo para traer a la familia y amigos: una caja o lata de dulces. Ya las tienen preparadas, en varios tamaños, y todos son surtidos de diferentes tipos. Son espectaculares y en la nevera duran varias semanas sin problema. Los precios van desde los 7 a los 14 €, y podréis llevarlo en el equipaje de mano sin problemas.

Regatea siempre, aunque el producto esté etiquetado con un precio. Sí están abiertos a hacer descuentos y hay que ser un poco más duro que ellos para conseguir una rebaja mayor.

Alojamiento en Amman

Hay varias zonas donde alojarse en Amman. La primera de ellas es para la zona de Shmeisani (Ash Shumaysani en el mapa), que es la zona más exclusiva y occidentalizada de Amán y la segunda zona es el Centro. Dos zonas muy diferentes, cada una con su encanto, en las que poder alojarte en la capital jordana. Yo prefiero la zona centro para poder salir y estar en el meollo de la ciudad.

Si vas a elegir esta zona, aquí te dejo la lista de los hoteles en Amán (Zona Centro).

Otra zona muy chula donde hospedarse es Rainbow Street. Aquí los mejores hoteles:

Espero que os haya gustado el post. Si queréis leer más acerca de este país, pincha aquí

Aquí estoy posando con el Zoco de Amman de fondo. Foto de Barbiegirl Travels Arts

!Hasta pronto!

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