Buenas Viajeros,
En esta entrada empezaremos aterrizando en Katmandú, capital de Nepal. Katmandú es un nombre que destila misterio y exotismo, pero la realidad es que ésta se asemeja al resto de capitales asiáticas por lo caótico, el tráfico denso y la polución. Realmente se trata de una ciudad con mucha personalidad que no deja a nadie indiferente. Katmandú es una ciudad que ofrece muchos lugares que visitar y actividades para realizar pero esto es solamente el principio.
Introducción
Un viaje a nepal es un viaje por un país apasionante, pequeño y encajonado entre los grandes de India y china. Sin embargo, dentro de sus fronteras se hallan 8 de las 10 cimas más altas del mundo. El Everest se eleva 8.848 metros sobre el nivel del mar. Es el techo del mundo. En Nepal puedes hacer un trekking en el circuito de los Annapurna con un recorrido que no baja de 12 días pero si no eres montañero, también puedes disfrutar de ver un amanecer frente al Himalaya. Uno de los lugares más populares para disfrutar de esas vistas, a varias horas de Katmandu, en Sarangkot, un mirador desde el que la vista panorámica abarca desde el Dhaulagiri (8.167 metros) al oeste hasta la perfecta pirámide que es el Macchapuchhare (6.997 metros) y el pico redondeado del Annapurna ll (7.937 metros).
Sorprendentemente, hay un Nepal desconocido, que se ubica en la zona centro sur del país, donde visitar el parque nacional de Chitwan y ver todo tipo de animales desde cocodrilos, hasta elefantes y rinocerontes. La altitud aquí varía entre los 100 y 850 msnm. El clima es subtropical y el parque tiene una superficie de unos 930 km², extendiéndose por los distritos de Nawalparasi, Parsa, Chitwan y Makwanpur. Os iré contando todo esto en las siguientes entradas del viaje.
Mejores meses para viajar a Nepal
En cuanto a las fechas para visitar Nepal, los mejores meses son entre octubre y mayo, pues en verano las temperaturas son extremadamente altas, lo que unido a la gran contaminación, hace que sea un suplicio visitar la ciudad. Además, en los meses de verano es el monzón, encontrándonos con fuertes lluvias durante nuestra visita. Yo estuve durante el mes de enero 2006 y la temperatura era muy agradable, alrededor de 20 grados…y es que en Nepal no hace frío, sólo si subes en altitud.
Visado
Existen 3 tipos de visados de turista con distinto precio y validez.: 15 días por 25$, 30 días por 40$ y 90 días por 60$. Tendréis la posibilidad de renovarlo en la oficina de inmigración en Katmandú en caso de querer alargar la estada. Se requiere un pasaporte con un mínimo de 6 meses de validez y una fotografía tamaño carné. Para más información visitad la web del Consulado de Nepal.
Las regiones de trekking más populares requieren solamente un permiso llamado TIMS (Trekking Information Management System) que podréis obtener fácilmente en agencias de trekking en Katmandú o Pokhara o en el Nepal Tourism Board. Cuesta entre 10 y 20$ por persona.
Historia reciente teñida de sangre
Cuando visito Kathmandú, allá por el 2006, el rey Gyanendra está todavía tambaleándose y la ciudad está cercada por los rebeldes maoístas. La carambola que le sentó en el trono fue una matanza que dio la vuelta al mundo en 2001. El príncipe heredero mató a tiros a sus padres, los reyes, y a lo más granado de la familia real. Tras el regicidio, la corona sólo podía reposar en la cabeza de Gyanendra.
Entonces, tuvimos que superar múltiples controles militares para salir del Valle del Kathmandu y moverse por el país. Los rebeldes maoístas están cercando la capital de Nepal, obstinados en derrocar al rey Gyanendra y escribir el epílogo a dos siglos y medio de la dinastía Shah. Gyanendra se convirtió en rey en junio de 2001 después de una masacre real sin precedentes que le puso el trono en bandeja. Su sobrino Dipendra, el príncipe heredero, mató a tiros a sus padres, el rey Birendra y la reina Aishwarya; a sus hermanos, la princesa Shruti y el príncipe Nirajan; al también príncipe Direndra (hermano del rey y tío del regicida); a las princesas Shanti, Sharada (hermanas del monarca) y Jayanti (prima de Gyanendra) y al marido de la segunda. Todo un árbol genealógico teñido de sangre en un reino remoto. Todos los ingredientes para copar las portadas de los periódicos de medio mundo.
Al parecer, Dipendra estaba contrariado porque sus padres no le dejaban casarse con quien quería, una pariente lejana de su madre. El príncipe heredero ejecutó su venganza en una cena real en el Palacio de Narayanhity en la que, notablemente borracho, disparó a todo lo que se movía y luego se descerrajó un tiro. Gyanendra, a quien muchos nepaleses apuntaron como el instigador de la orgía de sangre (y quien curiosamente no se hallaba en palacio esa noche), se convirtió en rey de Nepal. A él le reservaría la historia el dudoso honor de cerrar la dinastía nepalí en junio de 2008, cuando los maoistas le obligaron a dejar el trono.
Al monarca derrocado no le va tan mal en la actualidad, ya que se ha reconvertido en magnate empresarial, pues los tentáculos de sus negocios (afianzados durante su reinado) se extienden a hoteles, casinos y a la industria tabacalera y del té.
Información general de Katmandú
Katmandú tiene muchos puntos de interés que no te puedes perder. Para verlos, tendrás que sumergirte entre autobuses, rickshaws, furgonetas y motos que luchan por encontrar su espacio. Sus callejuelas, templos, plazas y parques entretienen a cualquier viajero con un poco de curiosidad. No obstante, tomando como medida los estándares asiáticos, Katmandú no es una ciudad de gran tamaño y no es tampoco la más caótica. Tiene solamente un millón y medio de habitantes. La capital de Nepal está en medio de un valle y a una altura de 1317 metros sobre el nivel del mar. Los nepalíes, con su simpatía, formas amistosas y hospitalidad, hacen que uno se sienta como en casa.
Habiendo claramente varios sitios que ver en Katmandú y en el valle de Katmandú que no te puedes perder, es fácil dedicarle tres días de visita a la capital de Nepal, pasando dos noches en el bullicioso barrio de Thamel.
Katmandú es dura de visitar por el gran caos reinante, que no tiene visos de mejorar en un futuro cercano, pero es el peaje que hay que pagar. El Barrio de Thamel y la Plaza Durbar serán los lugares de referencia por donde más te vas a mover y desde donde partirás a hacer las visitas al resto de lugares de interés en la ciudad; Boudanath, Swayanbunath, Pashupatinath y el Valle de Katmandu (Patan, Bhaktapur, etc).
Cómo moverse en la ciudad
La forma más fácil para moverse por Katmandu es en taxi, pues tampoco hay un buen sistema público de autobuses, además de que suelen ir más que llenos. A modo de orientación, una carrera en taxi entre Thamel y el templo de Pashupatinath, que puede requerir una media hora, no debería superar las 500 rupias nepalís (aproximadamente 5€). Todo es cuestión de negociar con el conductor antes de subirnos al taxi, ya que según nuestra habilidad negociadora el precio puede variar ostensiblemente.
Algunos de los atractivos turísticos de Katmandú como Boudhanath y Swayambhu, de los que os hablaré en las próximas entradas, están un poco alejados de la zona más céntrica (Thamel, etc) y los taxis suelen pedir precios abusivos a los turistas. Te recomiendo también estas dos formas de moverte:
- En bus: Para ir a los distritos más alejados es la mejor opción. Es relativamente fácil llegar. Digo relativamente porque no existen paradas como tal, y los letreros de los buses están en nepalí. La parada suele estar allí donde te encuentres, o donde veas un pequeño grupo de gente esperando. Alza la mano a todos los buses que pasen por delante de ti y dile al vendedor de tickets tu destino. Él te dirá si el bus pasa por allí o no, así de simple. Los precios rondan las 15 o 20 rupias, dependiendo de la distancia.
- En rickshaw SAFA: Los SAFA son rickshaw eléctricos de color blanco. No recorren largas distancias y su trayecto es indefinido. Te puede resultar útil para moverte entre distritos cercanos. El precio del trayecto son unas 10 – 15 rupias, dependiendo de la distancia recorrida.
Centro de Katmandú
Plaza de Durbar
Esta plaza real, en la que encontraremos el palacio real junto a decenas de tiendas y diferentes templos dedicados a las deidades, es uno de los lugares más bonitos de la ciudad por su marcado estilo oriental, así como por seguir manteniéndose fiel a sus orígenes. No es tan grande ni tan coqueta como las otras plazas de Durbar en los alrededores de Katmandú, como son la de Bhaktapur o Patan, realmente maravillosas, pero esta está mucho más cerca y es posible ir dando un largo paseo por la ciudad.
Altares con representaciones de Shiva, vacas sagradas interrumpiendo el paso, turistas buscando la esencia hippie de la ciudad, santones de pacotilla y pedigüeños acechantes.
Todo eso, y mucho más, justifica el paseo por la plaza. El precio de la entrada son 1000 RUPIAS (unos 8,5 €). Aquí viene el dilema. A mi entender, el precio es excesivo, no solamente porque gran parte son templos derruidos, sino también por lo que “supone” pagar ese dinero. “Teóricamente”, como te indican en el letrero donde te invitan a pagar, el dinero ayudará a la rehabilitación del lugar. Bien, la realidad es muy diferente, y aunque es tema aparte y no viene al caso de este post, la corrupción en este país es tan alta que dudo sobre el verdadero destino de esta “aportación”. Dicho esto, si optas por pagar, adelante. Si optas por no pagar, puedes verla igual. Es tan simple como dar un rodeo, no deja de ser una plaza con diferentes calles adyacentes. Sólo la entrada principal tiene puesto de venta de ticket. Así que busca otra calle de entrada y listo. Nadie te va a pedir el ticket, el único inconveniente es que no tendrás acceso al museo, pero si no eres de museos, esto te dará igual.
Durbar Square es la plaza más conocida de Katmandú, y también la que se llevó la peor parte en el terremoto de 2015. Algunos de sus templos principales han quedado reducidos a escombros. Os dejo varias fotos del antes y después, aunque 3 años más tarde, en 2018, todo ha vuelto a la normalidad. En este artículo podéis leer cómo se cebó el terrmoto del 2015 con el patrimonio cultural de la ciuda.
Una de las cosas más “curiosas” que ver en la Durbar Square es la casa de la Kumari. Donde si tienes suerte, la puedes ver 10 segundos, aunque no fotografiar. La Kumari es una figura tradicional nepalí, propia de la cultura Newar. Se trata de una deidad personificada en una niña de edad entre los 4 años y hasta la menarquía. Para escoger a la Kumari, las niñas deben de cumplir unas características específicas y pasar por una serie de pruebas, y la escogida como nueva Kumari, vivirá en el templo con su familia. Esta niña no podrá salir del templo durante su tiempo como Kumari (ni al colegio, ni a la calle, etc).
Barrio de Thamel
Los turistas se suelen concentrar en este barrio repleto de tiendas de ropa de montaña, agencias de trekking, restaurantes, bares y discotecas en los que disfrutar de unos días de esparcimiento antes o después de haber emprendido un trekking por el Himalaya. Con un ambiente genuinamente «guiri», y unos precios mucho más altos que en el resto de la ciudad, este es un barrio totalmente orientado al turista, donde nos encontraremos una Katmandú desenfrenada que poco tiene que ver con el resto de la ciudad.
El Barrio de Thamel el distrito mochilero por excelencia y donde te recomiendo que busques alojamiento, ya que la oferta es muy amplia. Está muy cerca de la Durbar Square y podrás ir andando sin problemas. Está plagada de restaurantes, tiendas de artesanía, agencias de trekking, tiendas de montaña, etc. Muy dinámico y entretenido para callejear.
En Thamel, pronto te das cuenta de que la ausencia de semáforos te obliga a ser decidido si quieres cruzar una calle. Para alcanzar la otra acera no queda otra que sortear coches, bicis y motocicletas que serpentean sin cesar. En esta zona los comerciantes de las tiendas no atosigan a los turistas, pero es una impresión fugaz que se esfuma en cuanto se pone un pie en la ciudad vieja, una amalgama de callejuelas atestadas de gente donde, pese a todo, las motocicletas y los rickshaws se las apañan para abrirse paso a bocinazos. En una esquina, un niño mugriento duerme agazapado sin que nadie le preste atención.
La suciedad salta a la vista, con los montículos de desperdicios que husmean perros vagabundos. Hombres y mujeres escupen sus esputos en el suelo sin ningún miramiento. Las aceras brillan por su ausencia y el asfalto se retuerce resquebrajado a cada paso. Las papeleras son un lujo innecesario, porque todo se tira al suelo. Durante las cuatro horas de nuestro recorrido a pie por los alrededores de Durbar Square sólo veo una. Le pregunto a un comerciante. “Las calles son muy estrechas y no hay sitio para ponerlas”, se encoge de hombros. Lo mejor es que tiene pinta de creerse lo que está diciendo. La acumulación de basura en las calles es algo que me llamó muchísimo la atención hace 12 años, cuando estuve en el país. Parece ser que el problema sigue siendo igual hoy en día. Os dejo una foto que saqué de una noticia del problema en cuestión. Aquí podéis leer el artículo en inglés, en el que explican el problema recurrente de la basura en la ciudad, con fecha de julio 2018, en esta ocasión por no disponer de espacio en los lugares habilitados para tal fin.
El auténtico milagro de este caos de tráfico es la plaza de Asan Tole, donde confluyen ¡ocho calles! Por supuesto, sin ningún semáforo para regular la circulación. Las mercancías, sean las que sean -especias, verduras, comida caliente, artesanía, prendas de cachemire- se exhiben en plena calle, junto a portales estrechos de aspecto ruinoso. Enjutos nepalíes, también niñas, acarrean enormes y pesados fardos sobre la espalda sujetos a la frente con una cinta. Los ambulantes no te dejan vivir, los niños mendigos te acechan y presuntos sadhus (en realidad caraduras disfrazados de santones) se te arriman a la menor ocasión para suplicarte unas monedas por una foto o por imponerte el tika en la frente (el tercer ojo, el que ve más allá de las apariencias, un signo de bendición para los hinduistas).
Escapamos del bullicio introduciéndonos en una plazuela donde se encuentra el templo de Jaganath . Se trata de un patio interior lleno de palomas y rodeado de casas. Las palomas son, precisamente, la principal amenaza para este templo levantado en el siglo XVI, pues sus excrementos están deteriorando a marchas forzadas las tallas eróticas de sus columnas de madera. En los altares hay ofrendas de ramas de enebro humeantes. Los ambulantes venden incienso para quemar y aceite para dar lustre a las imágenes. En uno de los altares, un niño de apenas tres años manosea la imagen de una divinidad, con la familiaridad de quien acaricia su juguete preferido mientras una mujer enlutada envuelta en un sari blanco le observa con ternura. Las vacas campan a sus anchas en cualquier plaza.
Alojamiento en Katmandú
Sin duda, hay que alojarse en Thamel. Hay miles de lugares donde hospedarse y para cualquier tipo de bolsillo. En este link de booking puedes ver la selección de los 30 mejores hostels y hoteles en Thamel. Yo me alojé en un hotel en Thamel, en concreto en uno donde había varias parejas de españoles que pasaban en este hotel los primeros días con niños nepalíes adoptados. Nos contaban que entonces las posibilidades de adopción eran muy amplias en este país. La verdad es que no sé cómo estarán ahora. El precio medio de una habitación en un buen hotel cerca de Durbar St puede ser de alrededor de 40 Eur la habitación doble. El Norbulinka Boutique hotel puede ser un buen ejemplo. Otro buen ejemplo es el Ambassador Garden Home. Las tarifas de este hotel oscilan entre los y 45 y 75 $ la habitación doble. La oferta hotelera es amplísima en Thamel y no tendrás problema en la elección. A continuación te dejo más opciones.
Hostales: Avalon House (5€ por persona); Khangsar Guest House (6,80€ por persona); Kathmandu Guest House (44€ por persona).
Hoteles: Hotel Tibet International (120€ por habitación); International Guesthouse (25€ por habitación); Hotel Buddha Land (14€ por habitación).
Dónde comer
Hello Kitty Restaurant. Gracioso nombre para un restaurante en Thamel donde ofrecen comida nepalí y occidental pero no esperes ver a locales aquí. Tienen mucha fama sus hamburguesas y momos.
Forest and Plate.Una joya escondida en el caos de Thamel donde disfrutar de la buena cocina nepalí y occidental. Tiene una terraza muy agradable
Himalayan Java Coffee .Es de lo más parecido a un Café Starbucks y un buen lugar para postres. lo mejor es la localización, frente a la estupa Boudanath de la que os hablo en la siguiente entrada.
Black Olives Cafe and Bar En pleno Thamel pero alejado del bullicio, lo mejor es la terraza que tienen.
Para comer barato en Katmandú hay que alejarse de las zonas turísticas. Por ejemplo, el precio de unos momos en el barrio del Thamel puede ser de 100 rupias, pero si te alejas varias calles, puedes encontrarlos en un restaurante local por 60 rupias.
Una buena opción para tomarse una cerveza es la azotea del restaurante Festive Fare, situado en la parte sur de Durbar Square, en la plaza de Basantapur, aunque en Trip Advisor te encontrarás todo tipo de comentarios acerca de la comida (también regulares y malos). Todas las críticas sin embargo establecen la idoneidad del emplazamiento.
Te recomiendo que pruebes los momos, algo típico del país. Los momos (también llamados gyoza o dumplings) con diferentes formas e ingredientes (desde búfalo o Yak hasta de chocolate). Algo que nadie debe perderse es degustar los diferentes platos más típicos de la cultura nepalí. Los más típicos son: el tradicional Dal Bath (arroz cocido, sopa de lentejas, verdura y patatas) que como os daréis cuenta es básicamente lo que comen siempre los nepalíes. Los rotis (una especie de pan) cocinados en hornos artesanos. Los diferentes curris de verduras, patatas, queso, etc (Aloo Gobi, Aloomutter, etc) típicos de la cocina india. Y un largo etc.
Más Consejos Viajeros
- Hazte con una mascarilla. Katmandú es también conocida como “Dustmandú” (Dust es polvo en inglés) y no es para menos. Aparte de la polución causada por los vehículos, etc., muchas de las calles están sin asfaltar y el intenso tráfico levanta nubes de polvo bastante molestas. Es muy habitual ver a los locales con máscaras. Te recomiendo que la lleves o la compres allí. Es imprescindible si tienes algún tipo de problema respiratorio.
- Hay que tener en cuenta que Katmandú es una ciudad muy barata, pero la visita a los lugares turísticos supone pagar una entrada bastante elevada, normalmente de unas 1000 rupias nepalís (aproximadamente 10€). A parte del precio de la entrada, también podemos contratar servicio de guía, que se nos ofrecerán insistentemente una vez hayamos pasado por taquilla.
- Moverse por el país. Nepal dispone de unas infraestructuras pobres y poco desarrolladas, con lo que sus carreteras son malas. Nepal es desgraciadamente el tercer país con el Índice de Desarrollo Humano más bajo de Asia. Así pues contad en que los trayectos se harán más largos de lo esperado, ya sea porque se atraviesan montañas, o bien por algún imprevisto durante el camino, como algún pinchazo o avería. Es recomendable, siempre que se pueda, utilizar el transporte turístico que ofrecen agencias locales y que suele ser más rápido, además de disponer de un margen de tiempo al viajar.
Aquí termino esta primera entrada del blog en Nepal. Seguiré hablando de Katmandú porque aún quedan muchos lugares que ver. Podéis leer el resto de entradas del viaje por Nepal aquí.
!Hasta Pronto!
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