Buenas Viajeros,
Y por fin, después de 6 días viendo el fiordo de la Luz, Hardanger, y el fiordo de los sueños, llegamos a Bergen, la capital de los fiordos. Unicamente estuve un día en esta bonita ciudad, con lo que os voy a contar lo esencial de una visita corta a Bergen.
Introducción a Bergen
Bergen está emplazada en un entorno realmente privilegiado. Desde los miradores del monte Fløyen te das cuenta del azul intenso del agua de los fiordos, el verde profundo de los valles y los rojos, amarillos y azules del icónico barrio de Bryggen. No puede haber viaje a Noruega sin Bergen, al menos la primera vez.
Bergen es una ciudad de tamaño medio, pero ofrece el ambiente y encanto de una ciudad pequeña. Sus habitantes apasionadamente patrióticos están orgullosos de las múltiples facetas, la historia y las tradiciones culturales de su ciudad. Muchos lugareños están encantados de dirigir a los visitantes a su atracción turística, cafetería o restaurante favoritos.
Hay que tener en cuenta que los días soleados no abundan. Yo tuve suerte y cogí un poco de sol. Bergen es la ciudad europea con mayor nivel de precipitaciones. De hecho, deben tener un récord mundial en este sentido, pues una vez ¡llovió durante 85 días seguidos! Además cuentan, de media, con apenas 16 días de sol al año.
Alrededor del 10% de la población de Bergen está formada por estudiantes, lo que añade un aire fresco y juvenil al ambiente de la ciudad. Si sumamos a su oferta de museos, galerías de arte, eventos culturales y opciones gastronómicas, las oportunidades que ofrecen el mar y montañas cercanos, Bergen se posiciona hoy en día como una ciudad especialmente vibrante y animada.
Cómo llegar a Bergen
Nosotras llegamos a Bergen por crarretera, como broche final a la visita de los fiordos.
Os dejo aquí unas ideas por si llegáis a Bergen en avión. Bergen sólo tiene un aeropuerto, el Bergen Lufthanvn Flesland, y está comunicado con la ciudad vía tranvía y autobús. El tranvía de Bergen se llama Bybanen (que significa el tren de la ciudad) y es naranja. El Bybanen se toma en el piso de abajo de la terminal nueva del aeropuerto de Bergen (sigue los carteles que ponen Bybanen), tarda entre 50 minutos y una hora en llegar a Byparken (el parque de la ciudad, esto es, el centro) y cuesta menos de 40 coronas. El Bybanen sólo tiene una línea, su primera parada es el aeropuerto y la última el centro, ¡más fácil imposible! Bergen solo tiene un aeropuerto, el Bergen Lufthanvn Flesland, y está comunicado con la ciudad vía tranvía y autobús. El tranvía de Bergen se llama Bybanen (que significa el tren de la ciudad) y es naranja. El Bybanen se toma en el piso de abajo de la terminal nueva del aeropuerto de Bergen (sigue los carteles que ponen Bybanen), tarda entre 50 minutos y una hora en llegar a Byparken (el parque de la ciudad, esto es, el centro) y cuesta menos de 40 coronas. El Bybanen solo tiene una línea, su primera parada es el aeropuerto y la última el centro, ¡más fácil imposible!
¿Llegas a Bergen en tren o en autobús? En ese caso, ¡enhorabuena! Tanto la Estación de Tren como la Estación de Autobús de Bergen están en el centro de la ciudad. Desde la Estación de Tren de Bergen o desde la Estación de Autobuses de Bergen tardas 12 minutos andando al Mercado del Pescado descubierto. Más en el centro que eso y más low cost que ir andando, imposible.
¿Llegas en barco? No te preocupes si llegas en barco, todas las terminales y/o puertos están en el centro o prácticamente en el centro. Nada de qué preocuparse.
En el caso de que estés pensando viajar a Bergen en coche mi recomendación es que no lo hagas. Bergen odia a los coches y en cuanto puede hace pagar a los conductores por utilizar sus vehículos. Cada vez que un coche entra a la ciudad tiene que pagar un peaje, cada vez que un coche quiere aparcar en el centro -de 8 a 23 horas- tiene que pagar, etc.. Así como el coche es una opción genial para moverse por los fiordos, es una opción horrible para moverse en esta ciudad. No vengas a Bergen en coche: es incómodo, es innecesario y es caro.
Bryggen, el barrio portuario
La ciudad fue fundada hace 900 años y sus orígenes están vinculados a la Edad Vikinga e incluso más atrás en el tiempo. Bergen, como una de las principales sedes de la Liga Hanseática, fue durante cientos de años un próspero centro de comercio entre Noruega y el resto de Europa.
La Liga Hanseática se fundó en 1356. Esta se trataba de una federación de comerciantes alemanes que tenían controladas varias localidades del mar Báltico, los Países Bajos, Suecia, Polonia y Rusia con motivos defensivos y comerciales. Firmaron acuerdos que les conferían el control de rutas comerciales, privilegios especiales, derechos sobre el comercio y exención de peajes
Bryggen (El muelle hanseático) es el remanente más claro de esa época, y alberga hoy muchos de los restaurantes, bares, tiendas de artesanía y museos históricos de la ciudad. Esta parte de la ciudad os la describo bastante bien en este post que le ediqué a los bordados en Escandinavia. Para leerlo, podéis pinchar aquí.
El barrio de Bryggen en Bergen es una zona medieval que fue declarada Patrimonio de la Humanidad y que está perfectamente diseñada para provocar la admiración en los centenares de turistas que descienden cada día de los cruceros que atracan en la ciudad.
Las casas de la Liga Hanseática son muy curiosas. Sus casas pintadas de diferentes colores, su arquitectura de madera y sus interiores torcidos son algunas de sus características más peculiares. Las casas de la Liga Hanseática se distinguían unas de otras por sus escudos y nombres, como el venado que vemos en la imagen. También existen otras cuya insignia es un unicornio o un reno.
Es un buen plan entrar a ver el Museo Hanseático. Aquí os dejo el link. El Museo Hanseático está unido estrechamente al Schotstuene. Debido al altísimo riesgo de incendio en las casas de madera del muelle de Bryggen, donde vivían los comerciantes hanseáticos, estaba terminantemente prohibido encender fuego dentro de las casas. Sólo estaba permitido hacerlo en el Schotstuene, que es un edificio construido en piedra que alberga cuatro salas de reuniones y dos cocinas. Aquí es donde hacían vida común los comerciantes y donde venían para entrar en calor y tomar comidas calientes en invierno. Además, las salas de reuniones se utilizaban para dar clases, como juzgados y para llevar a cabo celebraciones. No cuesta imaginarse a los poderosos mercaderes forjando alianzas entre ellos y cerrando negocios entre jarra y jarra de cerveza en esas salas de paredes de piedra y hermoso mobiliario de madera.
Las cocinas también son muy auténticas y es interesante observar cómo funcionaba una cocina de estas características en esa época. También recomendado e interesante. Existen entradas conjuntas del Museo Hanseático, el Schotstuene y el Norwegian Fisheries Museum por 150 NOK (con bus de transporte entre museos incluido).
En la hilera de las casas hanseáticas de Bryggen enconrarás una pastelería Baker Brun, donde debes entrar y probar las clásicas «skillingsboller» o rollo de canela. Son muy ricas, suaves, livianas, una especialidad de la casa. Los sandwiches y el pan están buenísimos también. Suele estar lleno de turistas que Embarcan y desembarcan en la ciudad para acabar/comenzar la ruta de los fiordos.
Detrás de Bryggen se encuentra la iglesia de Santa María o Mariakirken, un templo románico del siglo XII no menos espectacular que las casas de colores.
Fisketorget
La visita al Fisketorget (Mercado del Pescado de Bergen) es una experiencia multisensorial. Es el mercado de pescado de Bergen, que presume de funcionar desde el año 1276, y ocupa parte del muelle tanto en recinto cerrado como en el exterior. La plaza del Mercado, a orillas del fiordo está en el puerto, muy cerca del barrio Bryggen, es uno de los lugares más animados de Bergen.
A Además de comprar para llevar, en los puestos de pescado de Bergen se puede degustar in situ el pescado y el marisco, que preparan a la vista del consumidor y se come en unas mesitas que hay allí mismo. Es una experiencia tanto caótica, pero muy alegre. Algo de culpa tendrán los muchísimos trabajadores españoles que venden pescados y mariscos bajo sus lonas. El viajero puede probar in situ, o llevarse para casa, lo mejor del mar del norte a unos precios muy razonables. Las verdaderas estrellas son el salmón salvaje y el bacalao skrei, aunque no podéis dejar de probar el cangrejo real, la ballena ahumada o las gambas saladas. El festival de sabores y sensaciones puede ser épico. En Bergen, como no podía ser de otra manera, se prepara el salmón ahumado con finas hierbas o sin ellas, entre las que creo haber identificado el eneldo, entre otras.
Además, no vais a tener ningún problema con el idioma, porque casi todos son españoles y venden el pescado y marisco con una gracia y salero que te hacen sentir como en casa.
Centro ciudad y parques
Bergen es famoso por las siete montañas que rodean el centro de la ciudad, el muelle hanseático Bryggen, el mercado de pescado, y uno de los mayores eventos culturales de Noruega, el Festival Internacional de Bergen, que se celebra aquí cada año.
El bonito parque Festplassen es una preciosidad. Está perfectamente cuidado. Se trata de un parque cubierto de césped verdísimo y en el que hay un enorme lago con una fuente en el centro. Hay varias glorietas con flores, árboles floridos, banquitos para sentarse y hermosas extensiones de césped donde tumbarse al sol, como hacen en cuanto pueden los noruegos. Es un buen lugar donde reponer fuerzas tras una larga caminata o un atracón de museos.
Otra actividad que podéis hacer en bergen es visitar la casa de Edvard Grieg, compositor noruego que está considerado como uno de los artistas más importantes de la historia de la música del país y compositor del «Amanecer», cuya pieza os dejo en el vídeo de youtube al final de esta entrada. Enesta casa- museo pueden visitarse tanto su casa, como los jardines que la rodean y sus bonitas vistas al lago. Frente a él están enterrados tanto Grieg como su mujer, e incluso hay un auditorio con capacidad para 200 personas.
Monte Floyen, las mejores vistas de Bergen
Es interesante subirse hasta las alturas de este Monte para comprobar su peculiar y hermosa fisonomía. El monte Ulriken de 642 metros y el Fløyen de 320 metros son las opciones más próximas a la ciudad. Éste último tiene la gran ventaja de que el funicular Fløibanen parte desde muy cerquita del puerto, así que fue nuestro caballo ganador.
El billete de ida y vuelta del Fløibanen cuesta 80 NOK (10,35 euros). Los funiculares funcionan desde las 7:30 de la mañana hasta las 11 de la noche en invierno y medianoche en verano, así que hay margen de sobra para disfrutar de esta experiencia.
Bergen desde arriba impresiona porque no te la imaginas tan grande. Contemplar los fiordos noruegos desde el monte Fløyen es una maravilla. Las casitas de colores que lo salpican todo, el verde de las montañas y la vegetación que se precipita sobre el fiordo. El Bergen a vista de pájaro no tiene nada que envidiar al Bergen terrenal. Además en la zona hay muchísimas rutas interesantes para los que quieran practicar senderismo y un parque precioso para los más peques de la casa.
Otra vista privilegiada de la ciudad es la que nos regala el Monte Ulriken que con sus 643 metros de altitud es la cumbre más alta de Bergen pero aquí no fuimos.
La zona del Monte Floyen cuenta con una cafetería, una tienda de souvenirs, y numerosos senderos que harán las delicias de aquellos que quieran andar un rato respirando aire puro. Se puede subir y bajar al Fløyen a través de estos caminos, aunque nosotras optamos por el funicular por falta de tiempo.
También merece la pena dedicar unas horas a pasear sin rumbo por el barrio que está justo debajo del funicular, donde las cuestecitas empedradas están jalonadas de casitas de madera con puertas de colores.
Compras en Bergen
Casi todas las casitas de madera de Bryggen que dan al muelle son tiendas de recuerdos, y las que no, son restaurantes. Así que podéis aprovechar vuestro paseo por Bryggen y todas las veces que pasaréis por esta encantadora zona de camino a otros museos, visitas o actividades para comprar vuestros souvenirs. Nosotras sí que lo hacemos, y siempre nos llevamos un imán de nevera de cada sitio donde estamos, algo bonito de artesanía local para colgar en la pared y alguna cosilla más que nos entre por los ojos como ropa y accesorios confeccionados con lana. Además, con la Bergen Card tenéis un 10 % de descuento en la tienda Audhild Viken og Julehuset (the Christmas House).
Dónde comer en Bergen
Antes de proseguir el camino para descubrir otros rincones de Bergen es conveniente apaciguar la sed y reponer fuerzas. En lo que a la primera recomendación se refiere, yo opté por una de las cervezas locales que se produce en la principal fábrica cervecera Bergen. Es el Hansa Pale Ale.
A la hora de comer en Bergen, se puede optar por hacerlo en las propias casitas de madera de Bryggen, en las que hay varios restaurantes de comida tradicional. Reconoceréis el restaurante Enhjørningen por la imagen de un unicornio ciertamente bien dotado que hay sobre el dintel de la entrada principal. A pocos metros está el Bryggen Tracteursted, también de estilo tradicional.
El pescado es el plato rey así que no es conveniente salir por la puerta sin haber probado bacalao (si os gusta más jugoso pedidlo poco hecho porque son dados a cocinarlo bastante) o salmón, tanto fresco como ahumado. Durante nuestra visita también probamos una cocina algo más elaborada en el restaurante Colonialen, que cuenta con un espacio llamado Litteraturhuste o Casa de la Literatura. Y es que demás de nutrirse con alimentos de la tierra, uno puede saciar su sed de literatura en la pequeña biblioteca que hay junto al comedor.
Según la Lonely Planet, el Pingvinen es un lugar dedicado a la cocina casera noruega, con un ambiente informal encantador y el favorito de todos en Bergen desde hace tiempo. La gente acude para comer lo que sus madres y abuelas solían hacer, y los precios son bastante razonables para lo que es Noruega. La cocina está abierta hasta las 9 o las 10 de la noche y, a partir de esa hora, solo tienen una pequeña selección de platos disponibles para los más rezagados, que aun así son más que suficientes y satisfactorios.
Otro puntazo es el plato de quesos, que vale unos 15 euros, y en el que, al menos a día de hoy, podréis degustar el queso Kraftkar, galardonado con el primer premio del World Cheese Award en 2016, lo que lo convierte en el mejor queso del mundo. El Kraftkar es un queso azul artesano noruego, cuya descripción en la Wikipedia es la siguiente: “Lo produce desde el año 2006 la casa Hanen, situada en Tingvoll. Es de leche de vaca pasteurizada, pesa 700 gramos y cuenta con un año de maduración en cava. Es de color amarillo limón, con numerosas vetas azules de moho entreveradas, solidificadas y bien distribuidas. Espeso, con textura de seda y cristalitos crujientes, es dulzón, apenas amargo y nada salado, con notas lácteas intensas y gran profundidad de sabor.”
Dónde dormir en Bergen
Muchos hoteles se encuentran en el barrio de Bryggen y alrededor del puerto. Es un lugar estupendo donde alojarse ya ue te permitirá moverte a pie por la ciudad.
Aquí Booking os recomienda los 30 mejores hoteles.
Yo me alojé en el Thon Hotel Orion Bergen. Me gustó bastante y lo recomiendo en especial por la ubicación.
Podéis leer el resto de entradas del viaje por Escandinavia aquí.
!Hasta Pronto!
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