!Buenas viajeros!
Berat es comúnmente conocida en Albania como la ciudad blanca de las mil ventanas. Situada a algo más de 100 kilómetros al sur de Tirana, la capital albanesa, Berat no es sólo la ciudad más antigua de Albania y Patrimonio de la Humanidad. Para mí, sin duda, es la que me pareció más bonita de todas las que visité en este sorprendente país.
Introducción
Albania tiene una extensa historia que transcurre desde los ilirios y griegos hasta el comunismo y una dictadura que lo aisló del resto del mundo. Este pequeño país de los Balcanes tiene mucho que ofrecer a todos los viajeros que gusten de salirse de los circuitos convencionales: lugares Patrimonio de la Humanidad, yacimientos arqueológicos, montañas, playas salvajes y ciudades sorprendentes como Berat, la “ciudad blanca de las mil ventanas”.
Berat, Patrimonio de la Humanidad
Berat es la ciudad más antigua de Albania, con asentamientos encontrados que datan del siglo VI a.C. La localidad se desarrolló hasta convertirse en una ciudad-castillo en el siglo III a.C., conocida como Antipatrea. En el 200 a.C. fue ocupada por los romanos. Fue una de las áreas históricas que constituyeron la frontera del Imperio bizantino y sufrieron con dureza la caída del Imperio romano.
Hoy, Berat es uno de los lugares que aparecen en todos los planes a la hora de visitar Albania. Berat es una ciudad Patrimonio de la Humanidad reconocida por la UNESCO desde 2008, rodeada de montañas, a la sombra del Monte Tomorr y su parque nacional. Una ciudad llena de historia.
Hoy en día, la huella dejada por la coexistencia de diferentes comunidades culturales y religiosas entre los siglos IV a.C. y XVIII d.C., es aun muy visible. También podemos encontrar extraordinarias viviendas tradicionales de los Balcanes, datadas a finales del siglo XVIII y en el XIX. Se puede entrar a visitar alguna casa. Son realmente espectaculares.
Cómo llegar a Berat
Si vas a conducir a Berat desde Tirana, un recorrido de 2 horas es lo que vas a tardar para hacer unos escasos 100 kms, por carreteras medianamente buenas, tal y como puedes ver en el mapa a continuación.
Nosotros hicimos este recorrido por la costa, recorriendo parte del trayecto alternativo que da el mapa. Hicimos una parada en el parque natural Divjake-Karavasta, en la costa, marismas y lugar ideal para ver al pelícano dálmata en libertad, además de muchas otras aves.
Historia de Berat
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, la ciudad quedó ubicada en la frontera del Imperio Bizantino. En Berat son múltiples las influencias de varias civilizaciones que han convivido durante siglos, no sólo en Albania, sino en todos los Balcanes.
En el siglo IX, la ciudad fue incorporada al Primer Imperio Búlgaro, posteriormente al Imperio Bizantino, para volver a formar parte del Segundo Imperio Búlgaro; tras verse sitiada por los sicilianos, pasó nuevamente a manos bizantinas, luego serbias y, finalmente, en 1385, fue capturada por los otomanos, aunque no sería hasta 1417 cuando se incorporaría al Imperio.
A finales del siglo XVI, la conversión al islam aumentó entre la población local, al igual que entre aquellos que llegaban a Berat, con nombres islámicos y apellidos cristianos. Las ventajas fiscales provocaron la llegada de muchos artesanos, lo que derivó en una revitalización de la ciudad durante el siglo XVII y su conversión en ciudad de mayoría musulmana.
A lo largo del siglo XVIII fue una de las ciudades albanesas más importantes del período otomano.
Durante el siglo XIX, los comerciantes cristianos apoyaron el movimiento nacionalista albanés, y Berat tuvo un importante papel en el desarrollo de ese movimiento.
A finales de 1944 se reunió en Berat el Consejo de Liberación Nacional de Albania, y de esa reunión surgió el gobierno provisional con Enver Hoxha a la cabeza. Ya en plena era comunista, Berat fue el lugar de exilio para los enemigos públicos y sus familias como el autor Ismail Kadare, o los familiares de aquellos que huían de Albania.
Los tres barrios de Berat
El casco antiguo de Berat se divide en tres barrios.
Mangalemi
Mangalemi, al pie de la colina del castillo. Aquí se encuentran las casas tradicionales otomanas que, generalmente, se componen de dos pisos, el segundo prominente, con muchas ventanas y madera vista tallada. Mangalemi es un barrio fascinante, repleto de ‘las casas de las mil ventanas’, mezquitas y una atmósfera de otro tiempo. Este es también el barrio musulmán.
La mezquita de los Célibes
En Mangalemi, en su parte baja, encontramos la Mezquita de los Solteros, Xhamia e Beqarëve, construida en 1872 para servir al gremio de solteros.. Anteriormente se denominaba Mezquita de Sylejman Pasha. Tiene un pórtico, que desde la época de gobierno comunista se ha convertido en un curioso espacio comercial. El edificio muestra en el exterior de su último piso una llamativa decoración exterior de flores, plantas y casas. Los solteros eran los jóvenes dependientes, a quienes los comerciantes de Berat utilizaban como su propia milicia privada.
Se puede subir al minarete, bueno, solamente pueden subir los hombres, aunque no es muy recomendable ya que el vértigo es bastante considerable.
El antiguo Palacio de Pasha
Parte de lo que queda del antiguo complejo del Palacio se ha conservado para destacar la grandeza que tuvo su momento. De la estructura de piedra que se puede ver actualmente destacan sus arcadas y los pilares de piedra monolítica. Este antiguo Palacio demuestra la elegancia arquitectónica que tenía en el pasado y salta a la vista por su construcción en piedra tallada.
Helveti Tekke
El Helveti Tekke pertenece a la orden sufí Khalwati. La construcción del edificio data del siglo XV, aunque su aspecto actual se debe a la reconstrucción finalizada por Ahmet Kurt Pasha el 16 de diciembre de 1782. La decoración interior fue realizada en el año 1783 por el maestro Dush Barka de Opari.
En el interior del Halveti Tekke destaca la techumbre, que constituye una elegante obra maestra de estilo barroco, adaptada a las peculiaridades del arte islámico. Se encuentra recubierto con placas chapadas en oro, lo que crea todo un juego de ilusiones ópticas, confiriéndole un ambiente místico.
Gorica
Gorica, el barrio cristiano ortodoxo, se ubica al otro lado del río Osum, unido por el puente de Gorica, construido en 1780. Allí se encuentra el Monasterio de San Espiridon, Shën Spiridhoni.
Monasterio de San Espiridon
Paseando por el casco antiguo de Gorica en Berat, merece la pena visitar esta iglesia ortodoxa del siglo XIX.
Desde el exterior la iglesia es muy interesante, con bonitos claustros. Las columnas que están en el interior y los frescos de las paredes se encuentran lamentablemente en mal estado.
El Puente de Gorica es el más popular de los puentes otomanos de Albania. El puente original se construyó en madera, y posteriormente, en la década de los años veinte del siglo pasado se volvió a rehacer, esta vez, en piedra, con siete grandes arcos.
Gorica es el alma cristiana de Berat, separada por el río Osum de sus dos ‘hermanas’. Imprescindible pasear por sus calles y contemplar las bonitas vistas del entorno.
Kajala
El Castillo de Berat
La Fortaleza de Berat o Ciudadela, es el mayor atractivo tanto de carácter histórico como cultural que podemos encontrar en esta antigua ciudad. Su origen se remonta en el siglo IV a.C. cuando era la fortaleza de los ilirios, aunque fue demolida por los romanos un siglo después y reconstruida en el siglo VI. Se alza sobre una colina a más de 180 metros de altura. Desde su origen ha sufrido algunos cambios con el paso de los años, como cuando los turcos la adaptaron para el uso de artillería.
El Castillo de Berat se encuentra sobre la cima de una colina rocosa que forma una defensa natural. Después de la conquista romana, las murallas fueron reconstruidas y reforzadas a lo largo de los siglos, aunque el desarrollo más notable tuvo lugar durante la Edad Media bajo el dominio de la familia Muzakaj.
El acceso desde la parte baja de la ciudad se puede hacer por varios caminos, aunque la subida, en todos los casos, es un poco sufrida, especialmente si el calor aprieta, como nos ocurrió a nosotros. Será por el esfuerzo, que siempre nos hace valorar más las cosas, o será por las vistas, lo cierto es que es uno de los mejores recuerdos del viaje por el país albanés.
Los edificios de su interior, y los que conforman la ciudadela, fueron construidos durante el siglo XIII, formando un conjunto de calles estrechas bastante bien conservadas. Aunque en nuestro paseo encontraremos un buen número de casas otomanas, la población que vivía intramuros era cristiana, como lo muestran las 20 iglesias que se construyeron, si bien solo quedan algunas.
La fortaleza tiene un total de 24 torres y en la Edad Media dentro de las murallas hubo hasta 32 iglesias ortodoxas que fueron destruidas con el paso del tiempo.
A pesar de que la mayoría de la población era cristina, se construyeron dos mezquitas, la Mezquita Roja y la Mezquita Blanca, ambas del siglo XV, son otros de los edificios que se conservan en el interior de la fortaleza. Fueron fruto de la conquista otomana en 1417; estas se ubican en el recinto del castillo, de las que solamente se conservan las ruinas y la base del minarete.
En la colina del castillo quedan numerosos restos de las fortificaciones que la convertían en un formidable bastión defensivo. Las construcciones civiles también se levantan sobre gruesos muros de piedra y forman un laberinto de calles estrechas, con lo que la defensa también era más sencilla. Las vistas de buena parte de la ciudad y las del barrio de Gorica son espectaculares.
Consejos viajeros
- Recomiendo pasar en esta preciosa ciudad al menos dos días y así poder pasear por los tres barrios con tranquilidad, sentarse en sus bonitos Cafés y terrazas.
- Como opciones de alojamiento, os dejo por aquí los mejores hoteles de Berat según booking.com !Os llamará la atención los precios tan bajos que hay!
- Hay muchas opciones de restauración en Mangalemi, al pie de la colina del castillo, en casas de estilo otomano convertidas en espectaculares cafés y rooftops donde degustar una rica comida típica como el Qofte (albóndigas de carne). El Qofte ferguara o albóndigas uno de los platos nacionales de Albania, así como una parte de la cocina de oriente medio. El Kefta es la popular albóndiga de carne del Islam; una de las formas de tomar carne cocinada más antiguas de la humanidad que el Islam universalizó.
El Byrek (riquísima empanada que me recuerda al quiche) es otro de ellos. El Byrek está hecho con queso feta, col, espinacas, tomates y carne, todo en capas en una sabrosa pasta filo. La bebida nacional es, sin duda, el brandy de uva o Raki, a menudo elaborada en casa. Para las bebidas sin alcohol, los albaneses prefieren el café espresso y el café.
Pinchando en este link podéis acceder a los mejores restaurantes de la ciudad de Berat según Tripadvisor, la localidad perfecta donde degustar la gastronomía típica del país.
En breve os sigo contando más acerca de mi viaje por Albania y do otras dos ciudades patrimonio; Gjirokastra y Butrinto, patrimonio de la Humanidad. Mientras tanto, espero que hayáis disfrutado este relato de Berat, la ciudad blanca de las mil ventanas. Desde aquí podéis acceder a todas las entradas de mi viaje por Albania.
!Hasta pronto!