Buenas viajeros,
Hoy os cuento Qué ver en Bamyan, Afganistán, un área bellísima y muy montañosa que no puedes dejar de visitar si viajas a este país. Verás paisajes increíbles y gente de la etnia hazara, la más abierta del país. Bamyan está separada de la capital Kabul por tan sólo 182 km y unas 4-5 horas en coche.
Introducción
Como ya he explicado anteriormente, no hay turismo en Afganistán pero hoy se puede visitar teniendo en cuentas varias limitaciones (como ir acompañado de un guía del país) y respetar las normas y códigos de comportamiento/vestimenta, etc. impuestos por los talibanes.
En mi post anterior, que podéis leer si pincháis a continuación, os relato mi Viaje por el Afganistán talibán, donde os cuento qué podéis ver, la situación económica y política del país, y lo desconocido e increíble que es este país.
Cómo llegar a Bamyan
Bamiyán se ubica a tan sólo 233 km de Kabul pero les separa la friolera de 4h y 30 minutos en coche. La carretera no está mal pero encontrarás como en todas las del país, zonas mejores y peores, múltiples socavones y áreas en reconstrucción.
Historia de Bamyan
Marcada por las elevadas montañas del Hindu Kush, la región fue uno de los ramales de la legendaria ruta de la seda, que había comunicado Oriente Próximo con China a través de Asia central. Debido a su posición estratégica, Bamiyán pasó por diversas manos: los imperios aqueménida, de Alejandro Magno, de su sucesor seléucida, del indio de la dinastía Maurya, del sasánida que relevó al Imperio pasto en Irán…
Imperio Kushan
Allí también prosperó un estado menos recordado, pero fundamental en tanto bisagra entre las civilizaciones grecorromana, persa, india y china: el Imperio kushán (siglos I-III). Formado por tribus nómadas indoeuropeas, fomentó un arte de síntesis único, de temática budista y estilo helenizante con alguna influencia persa. Con él, Bamiyán se llenó de estupas, monasterios y cuevas decoradas con frescos y estatuas de Buda. Allí se concentró, en palabras de la Unesco, “la expresión más monumental del budismo occidental”. De hecho, los monjes budistas convirtieron la zona en un importante centro de peregrinación que sobrevivió holgadamente al efímero esplendor kushán. Este menguó a partir del siglo III, cuando el imperio pasó a ser vasallo del sasánida. Pero el legado greco-budista que había promovido continuó evolucionando hasta la islamización del territorio en el XI.
Paradójicamente, fue durante este declive político, a partir del siglo iii, cuando se produjeron las muestras más sobresalientes del arte Gandhara del imperio kushán. Los kushan fueron rudos conquistadores, pero tolerantes, en cuyas monedas aparecían dioses griegos, hindúes y efigies de Buda. Bajo los kushan aparecería el arte de Gandhara, con sus figuras y cabezas de Buda talladas en esquisto. Gandhara introdujo la figuración en el budismo, inventó la primera iconografía del príncipe Siddharta y un tipo concreto de Buda, de rasgos «apolíneos».
A comienzos del siglo XIII, la brutalidad de Gengis Kan saqueó los monasterios y no dejaron a nadie vivo. Tras una época de abandono, el valle empezó a repoblarse en el siglo XIX. Pero a falta de otros recursos, los nuevos habitantes se alojaron en las cuevas decoradas junto con rebaños que las degradaron notablemente.
Y, desde los años setenta del siglo pasado, Bamiyán padeció, como el resto de Afganistán, una conocida sucesión de hostilidades internas y externas por la guerra con Rusia, la propia entre afganos y EEUU.
Los budas de Bamyan
En Bamiyán está la atracción turística más importante del país: los Budas de Bamiyan, o mejor dicho, el lugar donde se erigieron las estatuas de Buda más altas del mundo, construidas entre los siglos VI y VII dc. Estos budas resistieron el paso de más de un milenio y medio ehasta que extremistas del movimiento talibán las destruyeron, en marzo de 2001. Eran dos gigantescas estatuas de Buda, los mayores patrimonios arqueológicos del antiguo reino de Gandhara, que atestiguaban desde el siglo VI la riqueza multicultural del valle de Bamiyán, en el corazón de Afganistán.
En marzo de 2001 los talibanes hicieron explotar las dos estatuas gigantes, una de 55 metros de altura y la otra de 38 metros, que representaban a los dos budas Vairocana y Gautama. Los talibanes atacaron las estatuas con tanques, granadas y misiles antiaéreos”. Al no obtener resultados rotundos, días más tarde colocaron grandes cantidades de minas, granadas y bombas a los pies y en los hombros de las estatuas y detonaron todo el lote.
En 2001, el Mulá Omar este anunció que destruiría los budas por ser contrarios a la sharia, la ley islámica. “Los musulmanes deberían estar orgullosos de reventar ídolos”, declaró el Mulá Omar, según testimonios locales, instigado por Osama Bin Laden.
Otras fuentes gubernamentales, sin embargo, justificaron la inminente voladura en que se les ofrecía dinero desde el extranjero para preservar las estatuas, pero no para solventar los problemas más urgentes del país. Algunos analistas opinan que el motivo real fue político. Los talibanes habrían querido mortificar a una oposición interna cada vez más encarnizada, así como desafiar a la comunidad internacional.
Ciudadela de Shar e Gholgola, Bamyan
Hay un lugar justo frente a estas montañas donde se construyeron los budas con unas vistas impresionantes. Ahí se construyó a partir del siglo XI la ciudadela de Shar e Gorgola, cuyas ruinas se pueden visitar.
Merece la pena subir a lo alto de la ciudadela al atardecer, desde donde obtendrás las mejores vistas de las montañas que rodean a Bamyan.
Shahr-e Zuhak o Zuhak, Bamiyan
La ciudad de Shahr-e Zuhak o Zuhak es también conocida como la Red City en Bamyan. Esta ciudad albergó una población de 3000 habitantes. Se cree que su fortaleza se erigió en el 500-600 AD, al mismo tiempo que se crearon los Budas de Bamyan. Zuhak se ubica en la zona más al este del valle de Bayman, en la confluencia de los ríos Kunduz y Kalu Ganga. Este valle fue un lugar principal y parte de la ruta que conectaba Europa con India y China.
Zuhak fue fortificada durante el período islámico (siglos 10th – 13th) y fue derribada y saqueada por Genghis Khan y sus ejércitos baja el asedio mongol de Bayman, parte de la invasión del Imperio Khwarazmian.
La fortaleza estuvo protegida por murallas, construidas a lo largo de los escarpados acantilados que delimitaban el lugar, y estaban equipadas con varias torres de vigilancia, algunas de las cuales todavía se mantienen en pie.
La ciudadela estaba protegida por tres órdenes más de murallas y estaba ubicada en la parte más alta del cerro. Debido a la exposición prolongada y a la falta de conservación, exacerbada por los recientes períodos de guerra, muchas de las estructuras del sitio se han derrumbado o son propensas a derrumbarse.
Es un lugar precioso que actualmente está en vías de reconstrucción.
Dara Ajdahar, el Valle del Dragón
Sólo a 7 kms de la ciudad de Bamyan se erige otro lugar con un paisaje de quitar el hipo. Se llama Daja Ajdahar, una villa de la etnia Hazara, rodeada por impresionantes montañas de roca volcánica. Se le llama también el Valle del Dragón por la forma que adquiere la roca, partida en dos, la cual se asemeja a la cola de un dragón.
En tiempos pasados este lugar estaba habitado por villas paganas. Hay una legenda que dice que una de estas villas opuso resistencia al dragón y acabó siendo engullida. Desde entonces, ha habido numerosas ocasiones en las que héroes llegados de muchos lugares han intentado dominar al dragón, sin éxito hasta que Ali, hijastro del Profeta Mohamed consiguió subyugar al dragón partiendo su cola en dos.
Realmente lo que debió de ocurrir fue que, debido a la actividad sísmica de la zona, la roca que asemeja a la cola del dragón se partió en dos.
La leyenda dice que las dos piscinas con agua, aunque prácticamente secas, que han quedado en la zona y que puedes divisar, están cubiertas por las lágrimas del dragón y por la sangre del dragón,.
Tras matar al dragón, los residentes de la villa se convirtieron al Islam.
A continuación, podéis ver más fotos de estos lugares de los que os he hablado de Bamyan, todos increíblemente espectaculares. Bamyan fue la ciudad que más me gusto por tener lugares de una belleza y naturaleza apabullante.
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Alojamiento en Bamyan
No hay mucha variedad de alojamiento en esta ciudad, a pesar de ser muy «turística», pero la elección estuvo muy acertada. Nos alojamos en Highland Hotel con unas vistas alucinantes frente a las montañas donde estuvieron los budas de Bamiyan. Los hoteles están bien, correctos y con wifi en áreas designadas
Hasta aquí los lugares para visitar en Bamyan, una de las regiones más bonitas de Afganistán. Seguiré colgando los posts de mi visita a este país aquí.
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