Buenas viajeros,
Hoy en el blog voy a hablarte de varias de las ciudades más hermosas de todo el archipiélago maltés. Me refiero a las ciudades de Mdina y Rabat en Malta, un claro testimonio de la rica historia maltesa y visita obligada en todo viaje al archipiélago. Son sin duda dos de los imprescindibles que ver en Malta en 4 días.
Introducción
Situadas en el centro-oeste de la isla, Mdina fue durante mucho tiempo la capital de Malta y destaca por su noble belleza y la grandeza de su arquitectura. Rabat (no confundir con Rabat Victoria de la isla de Gozo) se encuentra en el extrarradio de Mdina.
Mdina es una ciudad medieval muy bien conservada que deleita a todo aquel que la visita. Mdina (en español Medina) es, o fue, la ciudad principal, como su nombre indica (mdina significa ciudad amurallada). Se encuentra situada en el centro de la isla, en una colina, y está protegida por una gran muralla. Durante un tiempo fue la capital de Malta. No en vano sus 300 habitantes pertenecen a las familias representantes de la nobleza maltesa.La apodan “la ciudad del silencio”. La verdad, con su centro histórico vacío de coches, es un apelativo bastante cierto. Si te adentras en ella, viajarás en el tiempo. Es recomendable pasear por sus callejuelas hasta caer la luz del día y ver cómo se encienden los cientos de farolillos que iluminan la ciudad. Aquí se rodaron también escenas de Juego de Tronos.
Rabat significa algo así como «suburbio», en este caso de Mdina, que está al lado. Rabat, que significa “barrio” en árabe antiguo, fue en su día el límite exterior de la ciudad amurallada de Mdina y hoy en día en una ciudad con calles pintorescas, cuyas catacumbas romanas se consideran su gran atractivo turístico. Rabat es una antigua ciudad con una historia que data de la época romana y tiene mucho que ofrecer a los amantes de la historia y la arqueología. En esta pequeña ciudad encontrarás una gran variedad de emocionantes atracciones históricas a poca distancia a pie entre ellas. Poco queda en Rabat del pasado árabe. Sí algo del romano. Son de gran importancia los restos arqueológicos romanos y las catacumbas que posee, de las que os hablo más adelante. Es una ciudad colorida y bonita para darse un paseo. No te lo pierdas si vas a ver Mdina porque ambas ciudades están pegadas.
Cómo llegar
Para llegar a las ciudades de Mdina y Rabat en Malta, que se ubican en el centro de la isla, hay varias opciones:
- Partiendo de que os alojáis en la Valeta, (pinchad encima para leer en mi blog), es necesario coger un coche de alquiler para llegar hasta Medina y Rabat, con una distancia de alrededor de 30 km y casi una hora de trayecto (de nuevo, las carreteras maltesas no son lo mejor). Os recomiendo ir en coche.
- Si queréis ir en transporte público, la terminal central de los autobuses de Malta esta situada en la Plaza de la Fuente del Tritón, en La Valeta. Allí se puede conectar con prácticamente todas las líneas de la isla.
Autobús: líneas 51, 52, 53, 56 (parada Telgha).
El bus 52 que sale de la estación de buses de La Valeta es un trayecto más directo y te deja entre ambas ciudades. Aquí puedes ver y descargar el mapa con las líneas de autobuses de Malta, por si quieres planificar más y mejor tu visita antes de ir.
Qué ver en Mdina
Mdina fue fundada por los fenicios en el 700 AC y en tiempos de los romanos, fue la ciudad elegida para residir por el gobernador de la isla. Estaba construida en un entorno geográfico que permitía una mejor defensa: lejos de la costa y en uno de los puntos más elevados de la isla. Fue capital de Malta hasta que en 1570 La Valeta le arrebató el puesto. Hoy en día viven allí poco más de 300 personas. Casi toda la ciudad está conformada por palacios en los que aún vive gente. De hecho, nobles. Visitar Mdina no te llevará más de unas 4 o 5 horitas ya que, aunque sea una ciudad muy hermosa, realmente es muy pequeñita.
Murallas y callejuelas
Mdina es una ciudad amurallada, por lo que no puede crecer más allá de sus muros. Sin embargo, justo al otro lado de la muralla está el pueblo vecino de Rabat, que también ofrece atractivos turísticos interesantes.
Mdina es una ciudad muy tranquila con muchos palacios, iglesias y viviendas comunicados por estrechas callejuelas de piedra. Las calles te invitan a caminarlas, a perderte por ellas. Una de las cosas que más me gustaron de la ciudad fue su color, las murallas de piedra y el color verde de todas las plantas y árboles que rodean la ciudad.
La parte más característica de Mdina son sus murallas. No dejéis de subir a la parte más alta de la ciudad para contemplar las increíbles vistas de Mdina desde lo alto de sus murallas.
Por la tarde es el mejor momento para visitar Mdina y presenciar el espectáculo de la puesta de sol sobre sus calles. Sin duda es una ciudad encantadora con pocos turistas en sus calles, al menos en Otoño, con lo que acabaréis caminando por sus calles en silencio, al menos a esta hora de la tarde.
El estilo arquitectónico predominante en la ciudad de Mdina es el barroco, debido a que un terremoto en el siglo XVII destruyó buena parte de los edificios de la ciudad. En aquel tiempo se construyeron algunos de los que hoy son los principales lugares que ver en Mdina como la Catedral o el Palazzo Falson.
Catedral de San Pablo
Entre las cosas que ver en Mdina destaca la Catedral de San Pablo, de estilo barroco, que fue reconstruida tras el terremoto de 1693 que destruyó la antigua catedral normanda. Está construida en el lugar donde, supuestamente, el gobernador romano Publio se encontró con San Pablo tras su naufragio en Malta. La entrada cuesta 5 eur.
Palazzo Falson
El Palazzo Falson, del que se dice que es el edificio medieval de Malta preservado en mejores condiciones. Fue construido en el siglo XIII y desde entonces ha servido como alojamiento a diversas familias, hasta que se convirtió en un museo. Hoy podemos visitar las salas del edificio, que incluyen la colección de antigüedades de uno de sus últimos propietarios -el capitán Gollcher-; aunque quizá la parte más bella del Palacio sea su patio interior.
Palazzo Vilhena
El Palazzo Vilhena, hoy convertido en el museo de Historia Natural de Malta. Es el primer gran edificio que encontraréis al cruzar las puertas de Mdina. Una gran cruz de Malta tallada en el patio da paso a este bonito edificio barroco que alberga el Museo de Historia Natural.
Qué ver en Rabat
Iglesia de San Pablo
El centro de la ciudad lo marca la iglesia de San Pablo, construida en el siglo XVII encima de la gruta del mismo nombre. Cuenta la Biblia que San Pablo se refugió en esta cueva después de naufragar, cuando los romanos lo llevaban preso a Roma. Se escondió tres meses en este lugar, fundó una gran comunidad cristiana.
Si queréis ver una iglesia bonita, no os perdáis la colegiata
Catacumbas
Lo más interesante en Rabat, además de la Iglesia de San Pablo y darse una vuelta por sus coloridas calles, son sus catacumbas.
En las catatumbas de Rabat se enterraban a los muertos en época romana, pero además fueron utilizadas como escondite y reunión de los primeros cristianos de la época. Son un laberinto de pasillos donde yacían más de 7.000 esqueletos y que se utilizaron como refugio y como lugares de enterramiento; las hay paganas, judías y cristianas de diferentes tipos de tumbas.
Las catatumbas de San Pablo son las más conocidas; los expertos que opinan que ya estaban allí desde los fenicios y que después fueron utilizadas por los primeros cristianos. La entrada cuesta 5 eur con audioguía de 45 mins.
Las catacumbas paleocristianas que hay bajo la iglesia de Santa Ágata, y que están consideradas entre las catacumbas más interesantes de toda la Cristiandad son más pequeñas que las de San Pablo pero en estas paredes se guardan hasta 30 pinturas al fresco que se han realizado a lo largo de la historia, desde el siglo XII hasta el XV. Se supone que Santa Ágata llegó a la isla maltesa a mediados del siglo III, huyendo de las leyes que perseguían a los cristianos y se supone que la santa se refugió precisamente en este lugar durante su estancia.
Callejear por la ciudad
La calle principal es Triq St Pawl, que comienza enfrente de la puerta de Mdina y va en dirección sur hasta la plaza de Saint Paul. La plaza mayor de Rabat es el centro de la ciudad; allí se encuentra la entrada a las catacumbas, el museo Wignacourt, los refugios de la Segunda Guerra Mundial, la iglesia de Saint Paul y las excelentes pastelerías donde saborear los exquisitos cannoli y pastizzi. Date una vuelta por sus coloridas calles.
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Si queréis leer de Rabat y qué más cosas podéis hacer en la ciudad, echad un vistazo a la web de Amalta.
Dónde comer
Si estáis buscando comer en las ciudades de Mdina y Rabat en Malta, os dejo por aquí los Diez Mejores restaurantes en Mdina y Rabat según Trip Advisor, donde degustar de la cocina típica maltesa de la que os he hablado aquí.
Para mí, lo más rico, el Pastizzi. Este pequeño pastelito de hojaldre con ricotta o de pasta de guisantes es sin duda uno de los tentempiés más populares de la isla. En cualquier panadería o bar-restaurante podrás encontrarlo y siempre a un muy buen precio.
En el número 1 está el restaurante The Fork and Cork, en Rabat, con un menú degustación impecable y una bodega muy variada. Un comentario personal: los vinos de Malta, a parte de ser caros no son nada del otro mundo.
Espero que os haya gustado esta entrada de las ciudades de Mdina y Rabat en Malta, muy diferentes a La Valeta y la Cottonera, pero que merece la pena conocer por el interés cultural e histórico que tienen.
Si queréis leer todas las entradas de esta preciosa isla, pincha aquí.
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